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sábado, 21 de junio de 2014

Planetary health is an attitude towards life and a philosophy for living.

http://mail.elsevier-alerts.com/go.asp?/qH.WTP6R8F/bELA001/mNKYFR8F/uRN5MH9F/x84WMH9F/

The Manifesto
 
This manifesto for transforming public health calls for a social movement to support collective public health action at all levels of society - personal, community, national, regional, global, and planetary. Our aim is to respond to the threats we face: threats to human health and wellbeing, threats to the sustainability of our civilisation, and threats to the natural and human-made systems that support us. Our vision is for a planet that nourishes and sustains the diversity of life with which we co-exist and on which we depend. Our goal is to create a movement for planetary health.

Our audience includes health professionals and public health practitioners, politicians and policy makers, international civil servants working across the UN and in development agencies, and academics working on behalf of communities. Above all, our audience includes every person who has an interest in their own health, in the health of their fellow human beings, and in the health of future generations.

The discipline of public health is critical to this vision because of its values of social justice and fairness for all, and its focus on the collective actions of interdependent and empowered peoples and their communities. Our objectives are to protect and promote health and wellbeing, to prevent disease and disability, to eliminate conditions that harm health and wellbeing, and to foster resilience and adaptation. In achieving these objectives, our actions must respond to the fragility of our planet and our obligation to safeguard the physical and human environments within which we exist

Planetary health is an attitude towards life and a philosophy for living. It emphasises people, not diseases, and equity, not the creation of unjust societies. We seek to minimise differences in health according to wealth, education, gender, and place. We support knowledge as one source of social transformation, and the right to realise, progressively, the highest attainable levels of health and wellbeing.

Our patterns of overconsumption are unsustainable and will ultimately cause the collapse of our civilisation. The harms we continue to inflict on our planetary systems are a threat to our very existence as a species. The gains made in health and wellbeing over recent centuries, including through public health actions, are not irreversible; they can easily be lost, a lesson we have failed to learn from previous civilisations. We have created an unjust global economic system that favours a small, wealthy elite over the many who have so little.

The idea of unconstrained progress is a dangerous human illusion: success brings new and potentially even more dangerous threats. Our tolerance of neoliberalism and transnational forces dedicated to ends far removed from the needs of the vast majority of people, and especially the most deprived and vulnerable, is only deepening the crisis we face. We live in a world where the trust between us, our institutions, and our leaders, is falling to levels incompatible with peaceful and just societies, thus contributing to widespread disillusionment with democracy and the political process.

An urgent transformation is required in our values and our practices based on recognition of our interdependence and the interconnectedness of the risks we face. We need a new vision of cooperative and democratic action at all levels of society and a new principle of planetism and wellbeing for every person on this Earth - a principle that asserts that we must conserve, sustain, and make resilient the planetary and human systems on which health depends by giving priority to the wellbeing of all. All too often governments make commitments but fail to act on them; independent accountability is essential to ensure the monitoring and review of these commitments, together with the appropriate remedial action.

The voice of public health and medicine as the independent conscience of planetary health has a special part to play in achieving this vision. Together with empowered communities, we can confront entrenched interests and forces that jeopardise our future. A powerful social movement based on collective action at every level of society will deliver planetary health and, at the same time, support sustainable human development.
Richard Horton, Robert Beaglehole, Ruth Bonita, John Raeburn, Martin McKee, Stig WallThe Lancet, London NW1 7BY, UK (RH); University of Auckland, Auckland, New Zealand (RBe, RBo); Department of Public Health, AUT University, Auckland, New Zealand (JR); Department of Health Services Research and Policy, London School of Hygiene and Tropical Medicine, London, UK (MM); and Department of Public Health and Clinical Medicine, Umeå University, Umeå, Sweden (SW)

We declare that we have no competing interests. RBe and RBo gratefully acknowledge their Rockefeller Foundation, Bellagio joint residency.

¿Por qué y cómo fue el Repliegue a Masaya?


¿Por qué y cómo fue el Repliegue a Masaya?

Habían pasado 17 días de heroicos combates en los Barrios Orientales de Managua contra la guardia genocida del somocismo, se habían registrado ya los Repliegues a la Hacienda El Vapor, el de Ciudad Sandino a San Andrés de La Palanca y a Mateare, la Insurrección de los Barrios Occidentales y en particular en San Judas, […]

¿Por qué y cómo fue el Repliegue a Masaya?
Comandante Guerrillero William Ramirez organizando las milicias.
Habían pasado 17 días de heroicos combates en los Barrios Orientales de Managua contra la guardia genocida del somocismo, se habían registrado ya los Repliegues a la Hacienda El Vapor, el de Ciudad Sandino a San Andrés de La Palanca y a Mateare, la Insurrección de los Barrios Occidentales y en particular en San Judas, la banda de asesinos de la guardia genocida del somocismo ejecutó las masacres de Batahola, Kilocho, El Paraisito y la Colina 110, cuando se produjo el Repliegue Táctico a Masaya el 27 de junio en la noche

Pablo E. Barreto Pérez
La Insurrección Final contra la tiranía en San Judas se produjo el ocho de junio. En los Barrios Orientales de Managua, concretamente en Bello Horizonte, la Insurrección comenzó el nueve de junio a las diez de la noche con el grito prolongado de ¡!Patria Libre o Morir, Patria o Muerte, Venceremos¡¡
 
En Monseñor Lezcano, Santa Ana, Acahualinca, Altagracia, Linda Vista, Cuba y otros vecindarios, el tableteo de metralla contra la guardia se inició el diez de junio. En estos dos sectores de Managua encabezaban la lucha armada Gabriel Cardenal Caldera, Eduardo “el Chele” Cuadra, René Cisneros, Pedro Meza, Adrián Meza Soza, Víctor Romero, Genie Soto y Danilo Serrano, entre otros. 

Al producirse las masacres genocidas de Batahola y Kilocho y el Repliegue al Vapor, la Insurrección de los Barrios Occidentales, quedó prácticamente desarticulada, debido a que faltaban armas de guerra y municiones.

Las fuerzas combativas fueron reorientadas hacia el Sector Oriental de Managua, o tomaron rumbo hacia El Crucero, Mateare y Nagarote.

Durante el día 27 de junio de 1979, mientras tanto, el Estado Mayor del Frente Interno, encabezado por los Comandantes Carlos Núñez Téllez, Joaquín Cuadra Lacayo y William Ramírez Solórzano (fallecido recientemente), mandó a explicar a Combatientes Populares, a Colaboradores y población del Sector Oriental, involucrada en la Insurrección Final de Managua, en absoluto sigilo, que esa misma noche se produciría el célebre Repliegue Táctico de Managua a Masaya.

La explicación sigilosa, por parte de los cuadros revolucionarios, guerrilleros y Combatientes Populares más confiables, indicaba que faltaban armas de guerra y municiones, que la Insurrección Final ya había cumplido sus objetivos de desgastar militarmente a la tiranía somocista en la Capital, que debían salvarse las fuerzas combativas de Managua y que era indispensable fortalecer el Frente Oriental Carlos Roberto Huembes Ramírez, con la finalidad de liberar también ciudades como Granada, fortalecer la liberación de Masaya y sus poblaciones aledañas y encaminarse a asaltar los comandos de la guardia genocida en Masatepe, Diriamba, Jinotepe, etc.

A centenares de combatientes populares y Colaboradores del FSLN no les gustaba la idea del Repliegue a Masaya, porque consideraban que la guardia genocida del somocismo haría una verdadera carnicería en los Barrios Orientales y Suroccidentales de Managua, donde decenas de miles se habían insurreccionado para propiciar el derrumbe y demolición definitiva del aparato opresor de la dictadura somocista o “Estirpe Sangrienta”, fundada, entrenada, educada y financiada por el gobierno criminal de Estados Unidos desde en 1927, cuando el traidor José María “Chema” Moncada firmó con el coronel Stimpson el infame “Pacto del Espino Negro”, en Tipitapa.

Gracias a ese “Pacto del Espino Negro” y la organización de la Guardia Nacional, Somoza García y su pandilla de asesinos y torturadores, poco después asesinaron a Sandino y a casi todos los miembros del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional.

A estos Combatientes Populares no les gustaba la idea, pero la realidad era aplastante después del prolongadísimo combate con la guardia en el Barrio El Paraisito, donde se le propinó una derrota militar extraordinaria a la soldadesca criminal del somocismo, aunque habían caído más de 40 combatiente en este sector de Managua, y a partir de ese momento las balas habían escaseado mucho más.

Un avión clandestino del FSLN que pasó tirando sacos de municiones, de noche, sobre los Barrios El Edén y Costa Rica, en esos días, no había cambiado esa realidad militar en relación al poder de fuego de la guardia genocida del somocismo.

Hubo desconcierto. Estos poderosos argumentos militares y de orden estratégico no convencían totalmente a los Combatientes Populares y sus Colaboradores en los sitios insurreccionados del Oriente de Managua.

En completo sigilo
Sin embargo, el Repliegue a Masaya comenzó a organizarse en el más completo sigilo desde más o menos las diez de la mañana del 27 de junio de 1979, hace 27 años. A mi me visitaron “Venancia” (Isabel González) y “el 101″, cuyo nombre no recuerdo ahora. “No podemos dejarte, porque te asesinan”, me dijo “Venancia”.

Se organizó, de manera rápida y hasta en los más últimos detalles, inclusive sobre cómo se llevarían casi un centenar de heridos que estaban alojados en los Hospitales clandestinos del Instituto Experimental México y Silvia Ferrufino Sobalbarro, ambos ubicados en el Reparto Bello Horizonte, específicamente en las Etapas III y IV, los cuales habían sido sometidos a feroz bombardeo aéreo con tres aviones push and pull, dos helicópteros artillados con bombas de 500 y mil libras, más el lanzar de ráfagas de ametralladoras calibre 50 desde lo que se conoció como “el dundo Ulalio”, un avión amarillo, de un solo motor, que al parecer era destinado a fumigaciones de algodón.
Cada combatiente y Colaborador sabía de antemano en qué columna y con qué jefe iría.

Cuando comenzó a caer la noche de ese 27 de junio, a las 6:40 pm., comenzamos a salir en gruesas columnas silenciosas, que parecían “cien pies” resbalándose por los costados de paredes y andenes, bajo los árboles, en la oscuridad, procendentes de los Barrios Santa Rosa, Bello Horizonte, Costa Rica, Villa Progreso, Ducalí, Primero de Mayo, Meneses (hoy Barrio Venezuela), Maestro Gabriel, Salvadorita (hoy Cristian Pérez Leiva), El Edén, Larreynaga, Diez de Junio, El Dorado, Don Bosco, Colonia Colombia, San Cristóbal, María Auxiliadora, Ducualí, El Paraisito, 
San José Oriental…!todos hacia la Calle, ubicada de la Clínica Don Bosco hacia el Este¡, es decir, por donde estaba la Gasolinera San Rafael.

Estos momentos de organización y concentración en un solo punto fueron en un silencio tenso, nervioso, en rigurosa clandestinidad, “hablándonos por medio de “señas” y órdenes de “levanten los pies al caminar”, “no hagan ruido”, “no lleven objetos que brillen”, “no fumen, no enciendan fósforos ni focos de manos..”

Uno de los instantes más peligrosos se vivieron en el “puente colgante” (hoy es puente firme) entre Bello Horizonte y el Barrio Meneses (hoy Venezuela), el cual se mecía como una hamaca larga por el peso de los Combatientes Populares que cargaban a más de 100 heridos, ya fuese en camillas, en hamacas de sacos y mecates o en hombros.

El transporte de los heridos fue, precisamente, la complicación más grande que llevábamos al salir de Bello Horizonte, pues no podían ser dejados allí, a su suerte, porque la guardia los hubiera matado a todos.

Seis mil personas en tres columnas
Puestos en la Calle de Don Bosco, unas seis mil personas entre Guerrilleros, Combatientes Populares, Colaboradores y población en general desarmada, incluidos niños y ancianos, en silencio sepulcral, en una noche oscura y con una llovizna leve, después de 17 días de heroicos combates en la zona Oriental de Managua, después de una lucha tensa y silenciosa para organizarlo durante el día, el Repliegue a Masaya fue organizado en tres grandes columnas:
Una delantera, jefeada por Ramón “Nacho” Cabrales; otra, en la retaguardia, conducida por el Comandante Carlos Núñez Téllez (jefe del Estado Mayor del Frente Interno), y la tercera, la del centro, la más grande, enorme, dirigida por los comandantes William Ramírez Solórzano, Joaquín Cuadra Lacayo y Mónica Baltodano Marcenaros, auxiliados éstos al mismo tiempo por jefes guerrilleros como Walter Ferrety, Osvaldo Lacayo y Marcos Somarriba.

Esta organización del Repliegue en tres columnas finalizó casi a las diez de la noche. A esa hora empezamos a salir por la entonces Farmacia González, en el Noreste de la Colonia Nicarao y luego enrumbamos hacia los semáforos de Rubenia, donde había una barricada inmensa que la guardia no había podido derrumbar.

Tomamos el camino viejo a Sabanagrande, escabroso, lleno de troncos erizos como clavos, hoyos, piedras y bívoras como envoltorios de plantas rastreras, y pasamos rosando las “barbas” de la guardia genocida en Baterías Hasbani, donde la GN tenía acantonado casi un batallón de soldados. La fábrica de Baterías Hasbani, propiedad del somocista Luis Hasbani, estaba donde es hoy el Barrio Pablo Ubeda, en la periferia misma del “Reparto René Schick Gutiérrez”.


En medio de esas condiciones eran transportados los heridos mencionados, entre los cuales iban un hombre gordo. La circulación de semejante cantidad de gente silenciosa y en rigurosa clandestinidad, era lento, tan lento, que parecía el desplazamiento de una tortuga tora en la playa arenosa.
Después de las doce de la noche estábamos pasando por el famoso “Tanque Rojo” del Reparto Schick, donde hubo un cruce de disparos con “orejas” del sector; se hizo “un alto”, y seguimos por unos potreros, cruzando alambrados, machucando serpientes, charcos y púas de alambres, y oyendo los cantos asustados de pocoyos y de las veloces lechuzas que raudas volaban sobre la multitud silenciosa, conspirativa, insegura ante un futuro incierto que le deparaba en las próximas horas, pues todos recordaban la ferocidad sanguinaria de los guardias genocidas del somocismo.
Muchos llevaban consigo maletas pequeñas de ropa, mochillas con un poco de comida, leche en polvo, mucha sed por la caminata nocturna e invadidos por el miedo o pánico de encontrarse repentinamente con la guardia en esos potreros y caminos solitarios, rumbo a Masaya.

La mañanita del 28 nos sorprendió entre matorrales y zacatales, mientras los rayos matutinos del Sol, color de oro, se filtrababan entre las ramas de los árboles y matorrales y se estampaban también en los rostros desconcertados de los replegados capitalinos.

Un poco después de las siete de la mañana se estaba produciendo el primer incidente militar con la guardia cuando ingresábamos a una finca de la Comarca Veracruz, ubicada del Empalme de Ticuantepe varios kilómetros al Norte.

Allí se produjo un combate con una patrulla de genocidas, los cuales portaban una ametralladora calibre 50, instalada en un camión, el que estaba repleto de tiros. El combate, en medio de una arboleda tupida, fue de aproximadamente quince minutos, durante el cual cayeron dos guerrilleros, que se dijo eran originarios de Matagalpa y Jinotega. Los enterramos en la orilla de un árbol de ceibo (ceibón).

En su huida veloz, los guardias dejaron abandonada la ametralladora calibre 50, el camión y varios miles de tiros y paquetes de cigarrillos. Puestos allí, en la finca de Veracruz, fue cuando nos enteramos de que en ese sitio estaba el grueso del Repliegue a Masaya, es decir, la mayor cantidad de gente, compuesta esencialmente por civiles desarmados y Combatientes Populares poco experimentados.

Asimismo, allí quedó establecido que la columna de Ignacio “Nacho” Cabrales posiblemente ya estaba en Masaya, pues habían capturado camiones y camionetas en el Empalme de Ticuantepe, lo cual les había facilitado el viaje a Masaya, adonde llegaron por el “desvío a San Carlos”, es decir, no pasaron por “La Barranca” y la fortaleza de “El Coyotepe”.
No se sabía nada de la Columna de Retaguardia, jefeada por el Comandante Carlos Núñez Téllez, jefe del Repliegue Táctico de Managua a Masaya. 

Descubren el Repliegue
En esa finca fuimos reorganizados por William Ramírez Solórzano en una sola columna, de dos grandes hileras, y se dio la orden de caminar ordenadamente por una encajonada matorralosa y con la instrucción de “vayan cubriéndose” bajo los árboles, para que la guardia no nos descubra”, cuando ya íbamos rumbo a ¨Piedra Quemada”, mientras unos cargábamos sacos o costales con bombas de contacto, salveques de tiros, pistolas y rifles 22 sin municiones, y un grupo iba hecho cargo de la ametralladora calibre 50.

Era un poco después de las ocho de la mañana cuando íbamos por esa “encajonada”.
Aparentemente, la guardia genocida no había descubierto el Repliegue a Masaya a esa hora del 28 de junio. Los aviones de los guardias genocidas somocistas empezaron a sobrevolar el Repliegue un poco después de la nueve de la mañana, lo cual nos obligó a permanecer acostados y sentados entre la maleza y bajo los árboles de tigüilote, guásimos, chilamates,
espinos negros, acetunos, jocotes, jobos, etc., ubicados como dos hileras o alamedas de la encajonada mencionada.

Al parecer, la guardia se convenció de que esta movilización popular militar insurreccional iba en ese rumbo cuando ya eran cerca de las diez de la mañana, pues ya en ese momento comenzaron los aviones a sobrevolar bajitos, rasantes, amenazantes sobre la encajonada, que nos conducía hacia el camino a Piedra Quemada.

Bombardeo infernal y mortal
Fue imposible ocultarnos por mucho tiempo. Teníamos que seguir caminando porque la meta era llegar a Masaya. Cuando entramos a Piedra Quemada, más o menos a las 11 de la mañana, empezó el bombardeo aéreo en lo fino. Eran lanzadas a granel desde tres aviones push and pull y dos helicópteros centenares de rockett y bombas de 500 y mil libras, cuyas explosiones y charneles sobre casas y columnas de seres humanos provocaban estruendos y daños aterradores.
Aquello fue realmente un infierno. El pánico se generalizó entre los campesinos locales y los replegados, especialmente los que eran civiles, los que corrían desesperados de un lado a otro, en vez de buscar protección o perapeto entre las rocas y los troncos de los árboles en Piedra Quemada.

Algunas casitas campesinas volaban en mil o millones de pedazos, mientras a mi alrededor centenares de jóvenes, hombres y mujeres inexpertos, atrapados por el pánico, corrían sin cesar en busca de protección, lo que les acarreó la muerte en segundos. Los charneles de los morteros y las bombas de 500 libras los partían también a ellos en pedazos. Decenas cayeron muertos a mi lado o heridos mortalmente, lo que aproveché para hacerles fotos en los estertores de la muerte.

El bombardeo feroz duró casi tres horas continuas. Durante un breve “descanso” de los pilotos somocistas de la muerte, se pudo apreciar que la mortandad posiblemente llegaba a cien y más de un centenar de heridos.

Cuando cesó un poco el bombardeo como a las dos de la tarde, el grueso de los replegados (guerrilleros y civiles) siguieron por el camino viejo a Nindirí, por donde iban cargando a los heridos y parte de los muertos en el bombardeo.

El bombardeo se reinició un poco después de la tres de la tarde, y esta vez lo concentraron en los alrededores de Nindirí, la Carretera a Masaya y La Barranca, por donde ya se movían los Combatientes Populares y los replegados, tanto sanos como heridos.

Al llegar a Nindirí, cayó la combatiente popular Marta Lucía Corea, una muchacha jovencita de Bello Horizonte, quien tenía apenas 17 años. Un charnel de rockette, lanzado desde un push and pull por los aviadores somocistas, le partió la vida.

Ya puesto en Nindirí, se organizó nuevamente el Repliegue para que todo mundo diera una comidita ligera y a disponerse a seguir hacia la Ciudad de Masaya, la cual estaba ya tomada, mientras la pandilla de asesinos, jefeados por el general genocida Fermín Meneses Cantarero, había huido y estaba posesionada de la Fortaleza de El Coyotepe, ubicada al Este de Nindirí, y desde donde bombardeaban constantemente a los Barrios de Masaya.

Por los desfiladeros de la Laguna de Masaya
La columna central del Repliegue Táctico a Masaya fue reorganizada más cuidadosamente para caminar, esta vez, por los desfiladeros profundos de la Laguna de Masaya, en el lado Noreste, con la finalidad de sortear a la guardia genocida, que estaba acantonada y superarmada en La Barranca y El Coyotepe, donde tenían instalados lanzamorteros, ametralladoras 50 y abastecimiento técnico-militar para los guardias que estaban todavía en la Fábrica de Clavos-INCA.

Fueron los momentos más peligrosos desde el punto de vista de la movilización, en silencio total, despacito, arrastrándonos en los desfiladeros y piedras, tocando con las manos el sitio en que íbamos a poner los pies calzados o descalzos, en la oscuridad completa, para, finalmente, llegar a Masaya con un peso de cansancio profundo, multiplicado por el miedo a perder la vida, ante la posibilidad de recibir una ráfaga de metralla o los charneles de las bombas de 500 libras y de los rockettes lanzados desde aviones y desde las alturas de la Fortaleza de El Coyotepe, donde los asesinos y torturadores de la Guardia Nacional aún estaban posesionados de poder y fuego mortal.

Esta caminata lentísima y peligrosa comenzó a las siete de la noche. Entre esta hora y la una de la mañana, apenas caminamos unos dos kilómetros hasta San Carlos, adonde los replegados llegamos más o menos a las dos de la mañana.

Era el 29 de junio en la madrugada. Centenares de pobladores y combatientes de Masaya estaban esperando allí a los replegados, los cuales fueron recibidos con vítores, abrazos efusivos, acompañado todo esto con tibio y café calientes, tortillas tostaditas con cuajada y frijolitos fritos.
Estábamos en Territorio Libre de asesinos. Los replegados fuimos llevados por una calle tachonada de minas, debido a lo cual nos decían dónde debíamos poner los pies. Los sitios en que había bombas estaban marcados con unos puntos blancos.

El cansancio era acentuadísimo. Aquella masa de Combatientes y pobladores civiles de Managua fueron ubicados en el Colegio La Salle y en los Barrios San Miguel y Monimbó, donde durmieron sobre tablas, troncos gruesos y en el suelo hasta las seis de la mañana, hora en que fueron formados para organizar inmediatamente los asaltos o tomas de las ciudades de Granada, Jinotepe, Diriamba, Masatepe y la misma Ciudad de Las Flores (Masaya), cuyo lado Norte estaba ocupado por bandas de asesinos y torturadores de la Guardia Nacional y de la Oficina de Seguridad de Somoza, que era lo mismo que decir “dinastía”, dictadura militar o tiranía genocida del somocismo.

Asimismo, una gran cantidad de estos Combatientes Populares de Managua llegaron a reforzar las filas combativas de Masaya, mientras la columna jefeada por el Comandante Carlos Núñez Téllez llegó hasta el mismo 29 en la tarde, debido a que tuvieron que hacer una gran vuelta por el lado Sur de la Laguna de
Masaya, como yendo hacia los Pueblos Blancos o Brujos o hacia Masatepe. Para evadir a la guardia genocida en El Coyotepe, habían tomado un camino al Este de Ticuantepe, que los condujo a salir por detrás del Cerro Ventarrón y de los cráteres del Volcán Masaya.

* Tomado del libro “20 Años cumplidos-Crónicas del Triunfo y dos Repliegues Tácticos del FSLN”y de “Repliegue Táctico a Masaya”, de Pablo E. Barreto P., periodista, editor, investigador histórico, fotógrafo, Cronista de la Capital y concejal del Frente Sandinista en Managua. Colonia del Periodista No. 97. Teléfonos: 8466187 y 2703077.


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Antes del 19 de Julio de 1979 paso lo que recoge este espelúznate relato.


Crónica de El Repliegue, una hazaña sin parangón
"La Guardia publicó esto para aterrorizar a la población, los cuerpos destrozados. Por esto es que la juventud se enfrentó a muerte con el ejército de Somoza"

Crónica de El Repliegue, una hazaña sin parangón
Por Sergio Antonio Martínez Plata
20 junio de 2014

Los enfrentamientos en Managua habían estallado desde el sábado 09 de junio de 1979 por la noche. La Zona De Combate Principal comprendía lo barrios orientales incluyendo la pista El Dorado, Rubenia, hasta el KM 5 carretera norte. En la zona de combate secundaria, San Judas, Monseñor Lezcano, Ciudad Sandino no habría un frente de lucha visible las fuerzas sandinistas implementarían movilidad para el hostigamiento basado en el apoyo combativo de la población.

El objetivo era estancar en Managua al Ejército Somocista para que no pudiese acudir en auxilio de las tropas que eran acosadas en todo el país, desgastarlo física y moralmente.

El lunes 11 de junio, entró el Estado Mayor del Frente Interno a los barrios orientales (Joaquín Cuadra, William Ramírez y Carlos Núñez) acompañados de 14 combatientes y la instrucción que da es que todos los insurgentes deben sostenerse a cualquier costo durante al menos tres días esperando el avance de los diferentes frentes de guerra sobre la capital.

Managua era un hormiguero insurrecto. Barricadas por todos lados, murallas de adoquines. El lunes 11 de junio los "Muchachos" se toman la "Sierra trece", así llamada la Treceava sección de policía, una pequeña fortaleza del terror para los barrios orientales: la 14, la Nicarao, el Barrio Meneses. De nada sirvieron los refuerzos de infantería ni las tanquetas ante el empuje de los Yeicos, término que usaba la Guardia para referirse a los combatientes sandinistas. Yeicos le llamaban los soldados norteamericanos a los guerrilleros vietnamitas, a los Vietcong.

El martes 12 de junio la Guardia contraatacó con bombardeos intentando "Limpiar" los focos de resistencia más débiles, atacando San Judas, Monseñor Lezcano y Ciudad Sandino, mientras bombardea y morterea a las fuerzas principales de la insurrección establecidas en los barrios orientales.

Los mandos sandinistas deciden formar una unidad de combate móvil que acuda en ayuda de cualquier posición insurrecta que esté siendo asediada por el Ejército somocista. Así se crea la Unidad de combate "Las Liebres" al mando de Walter Ferreti, Chombo, quien había participado en el ataque al Palacio Nacional el 22 agosto de 1978.

El 18 de junio deciden hacer más grande la Unidad de Combate móvil llamada "Las Liebres" le incorporan más gente y forman la Columna Oscar Pérez-Cassar, siempre jefeada por Walter Ferreti.

Fueron 19 días de encarnizados enfrentamientos, algo inimaginable, estudiantes de secundaria y universitarios, jóvenes comerciantes, obreros y artesanos, todos convertidos en combatientes sandinistas, empantanando a un ejército que los atacaba con tanques y aviones.

Durante 19 días se mantuvo a raya a las tropas de la tenebrosa Escuela de Entrenamiento Básico de Infantería (EEBI), jefeada por oficiales entrenados en los campos de la infantería de marina norteamericana instalada en Panamá, La Escuela de Las Américas.

Con lo que ocurrió esos 19 días de junio Hollywood hubiera hecho muchas películas. Tantos héroes, centenares como Douglas López Niño, estudiante de secundaria del colegio Modesto Armijo, combatiente de los barrios de la carretera norte de Managua trasladado a la Nicarao para el enfrentamiento final, quien tenía una prótesis por mano producto de una explosión hacía varios meses, le pegó un cohetazo a una tanqueta con un RPG2, murió en una calle de la Colonia.

A pesar del éxito de haber sostenido las posiciones en Managua por mucho más tiempo del esperado, impidiendo que la Guardia enviara tropas en auxilio de sus acosados cuarteles en las distintas ciudades, los mandos del frente interno ante la concentración de armas del Ejército Somocista, su aviación y carros blindados y la falta de municiones por parte de las fuerzas de la insurrección, deciden preparar el repliegue.

Así preservarían las fuerzas y la organización militar y contribuirían al fortalecimiento de la insurrección en Masaya, Carazo, Granada y Rivas.

La suerte estaba echada. Había que preparar la retirada hacia Masaya con el mayor sigilo y los objetivos eran:

1. Llevarse las columnas regulares y milicias sin revelar la operación hasta el momento indicado.
2. No dejar ningún tipo de armamento al enemigo.
3. Llevarse a la población civil que había quedado hasta el final acompañando a los combatientes y también llevarse a los heridos.
4. Llegar a Masaya en 12 horas.

El miércoles 27 de junio a las 6 de la tarde se inició el Repliegue con 6,000 personas organizadas en una vanguardia, centro y retaguardia. La vanguardia con combatientes, civiles y heridos de la Nicarao, 14 de septiembre y Rubenia.

William Ramírez con el destacamento de vanguardia del Repliegue, combatientes y civiles de las colonias Nicarao y 14 de Septiembre

De igual manera se componía el centro de la columna con gente de Ducualí y el barrio María Auxiliadora; aquí se ubicaba la Unidad de Combate Oscar Pérez-Cassar. La retaguardia la integraban con gente de los barrios de la carretera norte de Managua, Santa Rosa.

A las 12 de la noche del miércoles 27 de junio todavía no salían de Managua, a las 5 y 30 de la mañana del 28 de junio estaban a la altura de Ticuantepe y se había perdido contacto entre las tres partes de la gran columna de 6,000 personas.

A las 7 de la mañana del jueves 28 de octubre la vanguardia del repliegue trabó combate con tropas somocistas, se provocó desorden en la marcha que iba en fila india. Se dieron nuevos enfrentamientos y el mando del Repliegue decidió no continuar avanzando de día proponiéndose llegar a Masaya por la noche.

A las 5 de la tarde de ese jueves 28 de junio la gigantesca columna en fila india, cansados, remojados, cuidando heridos y manteniendo el orden reanudó la marcha. A las 12 de la noche estaba a la altura de Piedra Quemada y encontraron muchos cadáveres que eran de la fuerza de vanguardia que había sido bombardeada. La gente iba al límite de su capacidad y hacía grandes esfuerzos por llegar a Nindirí, que era territorio liberado.

A la una de la madrugada del viernes 29 de junio, la Unidad de Combate Óscar Pérez-Cassar llegó a Nindirí buscando contacto con los insurgentes de Masaya. A las dos, la mayoría del Repliegue estaba entrando a Masaya.

Dudé en poner esta foto por lo espantoso que es dado que estamos de fiesta, pero esta era la realidad, fueron seis jóvenes y adolescentes de la carretera norte de Managua, uno de los barrios lleva hoy el nombre de Bertha Díaz, una de las asesinadas. La Guardia publicó esto para aterrorizar a la población, los cuerpos destrozados. Por esto es que la juventud se enfrentó a muerte con el ejército de Somoza, por eso los mantuvieron a raya con la uñas enfrentando a tanques y aviones. El muchacho que se menciona en párrafos anteriores, Douglas López Niño, era compañero de estos/as muchachos/as.

Caídos en El Repliegue (lista parcial, recopilada por Pablo Emilio Barreto

Alejandra Emelina Campos Escobar
Andrés Edgard Mendoza Pérez
Ariel "Trapito" Darce Rivera
Aristeo "Sebastián" Benavidez
Armando Martínez Mora
Augusto César "Kabia" Almendárez Telica
Bosco Javier Cáseres Altamirano
Carlos "Paco" Miranda
Carlos Alberto Jarquín Silva
Carlos Alberto "El Sobrino" Dávila Sánchez
Carlos José Alvarado Aragón
Carlos Manuel Gómez Sequeira
Cela Patricia "Mercedes" Amador Cisneros
César José Ortiz Flores
Daniel Enrique Chavarría
Denis Miranda Corrales
Denis Ruiz Flores
Denis Gertrudis Muñoz Centeno
Domingo "Cirilo" Matus Méndez
Edmundo Maltez Delgado
Ernesto Navarro Jiménez
Eva Margarita Bonilla Zúniga
Felipa "Francis" Mejía Membreño
Francisco Iván "Perú" "Chéster" "Renco" Salgado Gómez
Francisco René "El Sastrecito" Polanco Chamagua
Freddy "El Buitre" Sandoval Cáseres
Freddy Arsenio Jiménez Pérez
Gerardo Alberto Rocha Lugo
Guillermo Antonio "Joroba" Sáenz Salas
Gustavo Elías "Carcache" Morales Mayorga
Hipólito Martínez Guzmán
Irma de Jesús Castellón Cerrato
Jacinto Dávila Zeledón
Joaquín "José" Valle Corea
Jorge Antonio "Yorbis" Bermúdez García
José Bladimir "Rigoberto El Chino" Fuertes Guadamuz
José Dolores "Chele Ladilla" Maltez Flores
José Luis "El Oso" Marín Gaitán
José René Téllez Alvarado
José Santos "Cerro Negro" Mayorga Alemán
Juan Ramón "Ringo" Rizo Villagra
Julián de Jesús Palacios Herrera
Julio César "La Bamba" Juárez Roa
Juvenal Palacios Morales
Luis Antonio "Sherman" Romero Orozco
Luis Noel "Cachete" Hernández Polanco
Manuel Barrantes Miranda
Manuel Reyes Montiel
Manuel Esteban Flores Oporta
Manuel Salvador Cuadra Pérez
Marcos Antonio "Burro" Tapia Gutiérrez
Marcos José Sánchez Zárate
María Danelia "China Tica" Bravo Medina
María Teresa Orozco Peña
Mario Antonio Macías Paredes
Mario Ramón Gabuardi Castillo
Marlene Mena Peña
Marlene de Fátima "Modesta" y "Mary" Aguilar Uzaga
Marta Villanueva Román
Marta Lorena "Cleo" López Mojica
Marta Lucía Corea Solís
Mauricio Enrique Fajardo Pérez
Miguel Ángel "Burro" Tapia Gutiérrez
Norman José Maravilla Navas
Orlando Talavera Alaniz
Óscar Antonio Gutiérrez Serrano
Osvaldo Antonio Largaespada Lagos
Pablo "Claudia" Corea Campos
Raúl "Pelito" Aras Chamorro
Raymundo "José" Canales Baltodano
Ricardo "J Negra" Sú Aguilar
Roberto "Pescadito". Zamora Loáisiga
Roberto José Sirias Acevedo
Rogelio de Jesús Avilés Pérez
Róger Ortiz Padilla
Róger Rodríguez Rivas
Rolando José "Condorito" Martínez Rivera
Ronald Fisher Ferrufino
Ronald "Polo" Rizo Huerta
Valerio Antonio Madriz

HONOR A QUIEN HONOR MERECE!
PARA NO OLVIDAR!

domingo, 15 de junio de 2014

Somos Energía, Energía Magnetica, imanes vivientes

CREADESS

Hacia los años treinta, dos célebres hombres en Oriente lograron fotografiar las vibraciones del pensamiento ¡Y vaya que lo lograron, a través de muros de acero, en un experimento que ha sido repetido muchas veces desde entonces! Pero demostraron algo más, tal vez más importante: encontraron que cuanto más cargado de emoción estaba un pensamiento, ¡Más clara se veía la imagen! Fueron quizá los primeros en demostrar que existe energía magnética dentro de nuestros pensamientos, y que nuestras emociones son impulsadas por los pensamientos.
Sin embargo, lo que pasaron por alto es que, debido a que las ondas de vibración (emociones) que enviamos están cargadas magnéticamente, somos literalmente imanes vivos, y que atraemos constantemente cualquier cosa que este en la misma frecuencia de longitud de onda. Te pongo un ejemplo; Cuando nos sentimos bien, con el ánimo en alto, llenos de alegría y gratitud, nuestras emociones envían vibraciones de alta frecuencia, que atraerán lo bueno hacia nosotros; es decir, cualquier cosa que coincida con lo que estamos enviando. Lo semejante atrae lo semejante.
En cambio, cuando experimentamos cualquier cosa que no nos cause satisfacción, como temor, preocupación, culpa, o hasta un pequeño disgusto, enviamos vibraciones de baja frecuencia. Debido a que las bajas frecuencias son tan magnéticas como las altas, atraen cosas desagradables hacia nosotros; es decir cosas que nos harán sentir (vibrar) de una forma tan poco grata como lo que estamos enviando. Desagradable de ida, desagradable de vuelta. Es siempre una vibración semejante.
Así que, ya sea que enviemos acciones de alta frecuencia, de satisfacción, o vibraciones bajas, de preocupación, las que enviemos en cada momento serán las que atraigamos de regreso a nosotros mismos. Somos generadores de vibraciones, por tanto, somos los imanes, la causa. Nos guste o no, nosotros hemos creado esas vibraciones y seguiremos haciéndolo. Somos de carne y hueso, pero ante todo y sobre todo, somos energía, ¡Energía magnética!, lo cual nos convierte en imanes vivientes que respiran.
¿No te encanta la idea? Independiente de lo que estudiaste, o en lo que trabajas, eres, en realidad, ¡Un imán viviente! (¡Vaya pequeño detalle!). Por descabellado que parezca, ha llegado el momento de despertar ante el hecho de que somos seres electromagnéticos y de que vamos por la vida con esa abrumadora capacidad de magnetizar (atraer) hacia nuestra vida todo cuanto deseamos, con sólo controlar los sentimientos que provienen de nuestros pensamientos.
Sin embargo, debido a que vivimos en este planeta, en un campo de energía en el que predomina la baja frecuencia, procedente de más de seis mil millones de personas que vibran con sentimientos más de tensión y temor que de alegría, admitimos involuntariamente esas vibraciones y reaccionamos ante ellas, lo cual significa que hasta que aprendamos a sobreponernos conscientemente a esas frecuencias negativas que nos invaden todo, y en las cuales vivimos, seguiremos reci­clando sus desagradables efectos en nuestra vida cotidiana, después de un tedioso día.
Es algo semejante a nadar en agua salada, si no enjuagamos los residuos de la sal en nuestro cuerpo, tarde o temprano nos sentiremos incómodos. ¿Lo ves? No hay de otra: la forma en que sentimos determina lo que atraemos, y con mucha frecuencia esos sentimientos proceden de nuestros pensamientos, los cuales instantáneamente producen reacciones electromagnéticas en cadena que, finalmente, hacen que sucedan, que sean creadas, obtenidas o destruidas las cosas.
Así que, una vez más: nuestros sentimientos surgen de nosotros en forma de ondas electromagnéticas. La frecuencia que se emita atraerá automáticamente a otra frecuencia idéntica; provocará que ocurran las cosas, buenas o malas, al encontrar empatía en la vibración.
Las vibraciones de frecuencias altas, positivas, atraerán circunstancias de vibraciones altas, positivas. Las vibraciones de frecuencias bajas, negativas, atraerán circunstancias de vibraciones bajas, negativas.
En ambos casos, lo que se nos regresa nos hace sentir con el espíritu tan elevado, o tan bajo, como lo que hemos estado trasmitiendo (sentimiento) porque lo que se regresa es una vibración que coincide exactamente con la que enviamos.
Se trata del mismo principio que el del diapasón: haz sonar un diapasón en una habitación donde hay varios más, todos afinados en diferentes tonos, y sólo los que estén afinados en: la misma frecuencia del que hiciste sonar, sonarán al unísono, como sonarían aunque se encontraran en los extremos opuestos de un estadio de fútbol. Las fuerzas similares se atraen.
Querido lector, es una regla elemental de la física. Pero de manera totalmente distinta a la de la vibración de un diapasón, los seres humanos con nuestras frecuencias e intensidades magnéticas variables, somos semejantes a pe­lotas de ping pong disparadas en todas las direcciones imaginables.
En un momento podemos levantar el vuelo tan alto como un papagayo, sentirnos tan poderosos como el sol, y al siguiente sentirnos con tan baja energía que anulamos lo anterior y creemos que nada cambiará nuestras vidas, o al menos, no tan rápidamente. Todo esto se debe al tipo y a la intensidad ­de sentimientos que tengamos, los cuales van de cálidos o alegres, hasta explosivos o destructores.
Pero no estamos hechos de metal. A diferencia de los diapasones, lo que regresa a nosotros como resultado de la confusión de energía emocional (vibraciones), que sale de nosotros a cada instante y que pocas veces es agradable, es una interminable cadena de pequeñas desavenencias, circunstancias y eventos no planeados.
No es necesario decir que lo que hemos estado creando con todo este flujo indiscriminado de energía es un verdadero infierno; en el mejor de los casos, una vida mediocre según continuamos atrayendo hacia nuestra existencia diaria cuanta experiencia, persona, juego, suceso, encuentro, incidente, evento, riesgo, ocasión o episodio en el cual estemos vibrando, todo lo cual significa sentir.

Brazzaville se despidio de mi con una hermosa luna plateada guindada en el firmamento!

Brazzaville se despidio de mi con una hermosa luna plateada guindada en el firmamento. Sali muy temprano del hotel. El Chofer puntual. Los trámites en el aeropuerto corrieron bien. Uno que otro funcionario sorprendido porque era la primera vez que sabían de un pasaporte nica. Alguien me pidió una platita…por supuesto que no se la di. Pero, qué pena. La corrupción, hasta en el último rincón del mundo. El lechero que me trajo hasta Dakar, hizo Brazzaville – Libreville – Dakar, un Airbus de última generación de la línea aérea de Costa de Marfil, subsidiaria de Air France. La atención diferenciada en cada segmento, siempre de buena calidad. Un mundo en francés. Las y los aeremozos cordiales y bien plantados, como corresponde. Los pasajeros una mezcla de africanos y europeos. Dos gigantes gentiles se sentaron a mi lado y agarramos plática una parte del camino. Uno de ellos, tal vez un sacerdote musulmán, no estoy seguro, y no era para preguntar, con su vestimenta tradicional, muy bella, una manta de un color celeste precioso, con un bordado muy fino, y una especie de cofia llena de arabescos tejidos, linda. La gente con facilidad es trilingüe. Francés, ingles y una lengua local es prácticamente normal. Los vuelos suaves. El avión como suspendido, una cometa en el cielo. Un hermosos azul a ambos lados. Las nubes como una cama, como si el avión fuera flotando en un colchón de algodones. La verdad, una línea muy profesional. Me toco esperar en Dakar unas tres hrs. El avión de la línea aérea de Cabo Verde, una sorpresa, de hélice. Unas hélices gigantes y relativamente silenciosas. Otra vez el vuelo como un arrullo en el mar. Feliz de escuchar otra vez el portugués después de casi 10 dias de ingles y francés. El espectáculo bello. El Atlántico de un azul profundo, el cielo con un celeste suave. Atardecia y en lontananza el Sol daba sus últimos hervores con un atardecer de película. Después, la obscuridad y el aviso de que estamos descendiendo al aeropuerto internacional “Nelson Mandela”, en Cabo Verde. Medio tonto todavie. Me quede al final de la fila, baje del avión y…sorpresa, ya me estaban esperando. Ellos se encargaron de los tramites de migración y de las maletas. Converse rápidamente en portugués con el Dr. y la Sra. De ahí al hotel, donde escribo estas líneas apresuradas, para decirles que el sueño era cierto y que el Padre - Madre Dios es amoroso, misericordioso y LEAL.

lunes, 9 de junio de 2014

La Mentira del Colesterol o como inventarse una enfermedad noviembre 13, 2009 por joseppamies


Las personas que estén tomando los medicamentos  BAYCOL, VYTORIN, LIPITOR, ZOCOR, CRESTOR, MEVACOR, PRAVACHOLY LESCOL,  sería recomendable que leyeran el excelente artículo publicado en la Revista Discovery DSalud , sobre como asustar al personal con una enfermedad, quizás inexistente, denominada colesterol alto en sangre y lograr uno de los más grandes y sucios  negocios  de la historia,  con medicamentos que está demostrado que perjudican hígado y otros órganos de nuestro organismo .
Si están entre este grupo de “riesgo” les invito a leer hasta el final este artículo, que aunque un poco largo, les mostrará como las gastan las Grandes Industrias Farmacéuticas.
Un consejo: Si están agobiados por el dichoso colesterol hagan uso y abuso de una fruta mágica, la naranja, ¡¡¡ están ya aquí!!! Este medicamento seguro que no mata.
El exceso de colesterol “malo” ha pasado en apenas unas décadas de “factor de riesgo” cardiovascular a poco menos que una enfermedad en sí misma que debe ser tratada casi de forma crónica con fármacos para reducir o controlar su nivel en sangre. Pero, ¿qué hay de cierto? ¿Es eso así o se trata de otra estrategia de las multinacionales farmacéuticas para vender masivamente productos inútiles? ¿Se justifica la actual ingesta masiva de estatinas -cuyos efectos secundarios a largo plazo están aún por ver- o se trata de medicamentos que no previenen la arterioesclerosis y no han servido para salvar jamás una sola vida? Pasemos a valorarlo. La lucha contra el colesterol se ha convertido en uno de los grandes retos de la “medicina moderna”.
Y es que de ser presentado como un simple factor que puede contribuir a la aparición de accidentes cardiovasculares -junto a otros como la vida sedentaria, una inadecuada nutrición, el exceso de estrés, emocional o físico, o un consumo abusivo de alcohol y tabaco, entre otros- ha pasado a ser considerado una enfermedad en sí misma.
Actualmente muchas personas viven obsesionadas por el colesterol, con la angustia de que un día algún médico la mire y sentencie con voz solemne: “¡Tiene usted el colesterol alto!”. Y de ahí a convencernos de que estamos al borde del infarto sólo hay un paso.
Claro que en el fondo no hay de qué preocuparse ya que pocos instantes después el médico nos recetará el fármaco de turno y podremos irnos más tranquilos a casa. No importa la edad, que uno carezca de antecedentes cardiovasculares en la familia o que no haya sufrido ningún episodio anterior. Lo mejor es prevenir -eso nos dicen- y para eso nada como las “medicinas contra el colesterol”, es decir, las estatinas.
De hecho son el medicamento de moda. Tanto que una de ellas, comercializada como Lipitor, es el fármaco más vendido anualmente en Estados Unidos. Tanto que la venta de las diversas estatinas asciende a más de 26.000.000.000 de dólares anuales. Y tanto que, de empezar siendo un medicamento para las afecciones cardiovasculares hay quien habla ya de su uso contra la demencia vascular, el Alzheimer, el Sida, la diabetes y el cáncer.
Con lo que las farmacéuticas proponen ya descaradamente su venta sin receta. Es más, hay quien ha propuesto hasta ¡”enriquecer” con ellas el agua de algunas ciudades estadounidenses! Así están las cosas.
Se ha hecho creer a la población -e incluso a gran parte de los médicos- que el exceso del llamado colesterol malo es causa de muchas enfermedades pero que, gracias a Dios y a la Ciencia, unos fármacos milagrosos son la solución: las estatinas.
La publicidad bombardea machaconamente esa idea, los médicos la refuerzan y los grandes medios de comunicación -que ganan grandes sumas de dinero con sus anuncios- la apoyan sin plantearse siquiera qué hay de verdad en ello.
En suma, quieren hacernos creer -a pacientes y a médicos- que todo el mundo está de acuerdo en tres verdades presentadas como absolutas y que son las que sostienen un negocio fabuloso:
1) Que la principal causa de los problemas cardiovasculares es el exceso en sangre de colesterol “malo” (LDL).
2) Que las estatinas previenen esa posibilidad porque bajan su nivel.
3) Que ambas cosas están científicamente demostradas.
Bueno, pues la realidad es que no es así. Ni todo el mundo en la comunidad científica piensa que el colesterol tenga que ver con los accidentes cardiacos, ni todo el mundo cree que las estatinas prevengan los accidentes cardiovasculares al reducir el nivel de colesterol, ni todo el mundo está de acuerdo en que los estudios a largo plazo avalan esas afirmaciones.
Y como los razonamientos de quienes acusan al colesterol “malo” de tantos males y defienden las estatinas son de sobra conocidos permítasenos que, a título informativo, presentemos otros argumentos que suelen ocultarse para que cada cual decida por sí mismo.
¿ES EL COLESTEROL “MALO” EL RESPONSABLE DE LA APARICIÓN DE ACCIDENTES CARDIOVASCULARES? Hay quien piensa que no. Buena prueba de ello es que un grupo amplio de científicos, médicos, académicos y escritores sobre temas científicos y de salud de varios países se han reunido para formar La Red Internacional de Escépticos del Colesterol (THINCS)http://www.thincs.org/index.htm y poseen suficiente documentación como para tener entretenido a cualquiera durante semanas.
“Como la evidencia científica que avala la campaña anticolesterol es inexistente -afirman en su presentación- consideramos importante detenerla lo antes posible. Los miembros de este grupo representamos puntos de vista diferentes sobre la causa de la aterosclerosis y la enfermedad cardiovascular, algunos de ellos en conflicto con otros aunque eso es algo habitual en Ciencia.
Todos compartimos en cambio el escepticismo de que el alto nivel de colesterol y la grasa animal sean la causa de la aterosclerosis y de las enfermedades cardiovasculares.
El objetivo de esta web es por ello informar a nuestros colegas y al público de que tal idea no se apoya en evidencia científica alguna; es más, gran número de estudios científicos efectuados en los últimos años contradice eso abiertamente” (la negrita es nuestra). Y en efecto, existen muchos trabajos que reivindican el papel benéfico del colesterol.
Podríamos citar a muchos investigadores pero Ron Rosedale, especialista internacional en Nutrición y autor de El colesterol no es la causa de las enfermedades del corazón, resume con claridad el punto de vista de la mayoría: “No hay ningún tipo de vida en la Tierra -afirma- que pueda sobrevivir sin colesterol. Esto le dirá automáticamente que, en sí mismo, el colesterol no puede ser malo.
De hecho es uno de nuestros mejores amigos. Nosotros no estaríamos aquí sin él. Es más, la excesiva reducción del nivel de colesterol aumenta el riesgo de morir. No olvidemos que el colesterol es también precursor de todas las hormonas esteroideas.
El organismo no puede sintetizar estrógenos, testosterona, cortisona y muchas otras hormonas vitales sin colesterol”.
En cuanto a la polémica colesterol bueno-colesterol malo agrega: “Como quiera que la correlación entre el colesterol total y las enfermedades del corazón son débiles se buscó hace ya muchos años alguna correlación más fuerte.
Se afirmó así que hay un colesterol “bueno” llamado HDL y un colesterol “malo”, el LDL. Representando el HDL a las lipoproteínas de alta-densidad y el LDL a las de baja-densidad. Entiéndase pues que tanto el LDL como el HDL son lipoproteínas, es decir, grasas combinadas con proteínas.
Hay sólo un tipo de colesterol. No existe eso de un colesterol “bueno” y un colesterol “malo”. El colesterol es sólo colesterol. Y se combina con otras grasas y proteínas para ser conducido a través del torrente sanguíneo porque la grasa y nuestra sangre acuosa no se mezclan demasiado bien”. “Su cuerpo -subraya Rosedale sobre el papel clave del colesterol en la supervivencia de células y tejidos- fabrica y conserva el colesterol precisamente porque es importante -de hecho, vital- para la salud.
Una de sus funciones es impedir que las membranas celulares se caigan a pedazos. Como tal, podría considerarse pues al colesterol como el superpegamento de las células. Es un elemento imprescindible en cualquier tipo de reparación celular.
Y se sabe que las enfermedades coronarias asociadas con los ataques cardíacos están causadas por daños en las paredes arteriales. Daño que causa inflamación. Y se considera cada vez más que la enfermedad coronaria que provoca ataques cardíacos está causada principalmente por una inflamación crónica”. Llegados a este punto adelantamos ya dos ideas sobre las que volveremos más adelante: la coincidencia de lo manifestado por Rosedale con lo que asevera el doctor Matías Rath quien lleva años sosteniendo que el colesterol es un mecanismo de reparación del daño sufrido por las paredes arteriales al agrietarse el colágeno de su tejido conjuntivo por deficiencias nutricionales y la constatación -cada vez más compartida- de que en el caso de accidentes cardíacos el efecto positivo que se logra a veces con las estatinas se debe en realidad a su capacidad antiinflamatoria y no a que reduzcan el nivel de colesterol.
“Un error que raramente se comete en ciencias puras como la Física -añade Roseadle- parece cometerse con frecuencia en Medicina. Y es confundir la correlación con la causa. Porque que haya una débil correlación entre el colesterol alto y los ataques cardíacos no significa que el colesterol alto sea la causa del ataque cardíaco.
Ciertamente el pelo canoso está en correlación con el envejecimiento pero a nadie se le ocurriría decir por eso que las canas son la causa del envejecimiento. Y al igual que los tintes para ocultar las canas no nos hacen realmente más jóvenes bajar el colesterol tampoco va a evitar un ataque cardíaco”.
Parece corroborar esta afirmación uno de los estudios médicos más grandes realizado en humanos entre 1972 y 1998, el Múltiple Risk Factor Intervention Trial (MRFIT) -patrocinado por el National Heart, Lung, and Blood Institute (NHLBI) el MRFIT-, movilizó 28 centros médicos y 250 investigadores costando 115 millones de dólares. A partir de un grupo inicial de 361.662 varones los investigadores seleccionaron a 12.866 participantes para el estudio y disminuyeron los supuestos factores de riesgo en accidentes cardiovasculares: redujeron la grasa a menos del 8%-10% de las calorías, la succión de colesterol dietético a menos de 250-300, mg/día y el incremento de grasas poliinsaturadas al 10% de las calorías; así como el tabaco y la presión sanguínea. Y no tuvieron éxito.
Los niveles de colesterol bajaron -como los del resto- pero no tuvieron ninguna incidencia en la prevención de los accidentes cardiovasculares. “Los resultados globales -afirmaron los investigadores en sus conclusiones- no muestran un efecto beneficioso de esta intervención multifactorial en las enfermedades cardiovasculares o en la mortalidad total”.
Un ensayo finlandés publicado en 1975 sí parecía apoyar la eficacia preventiva de disminuir el colesterol tras seguir a los pacientes durante cinco años pero en diciembre del 1991 se analizaron los resultados a los 10 años y se constató que quienes continuaron cuidadosamente la dieta para rebajar el nivel de colesterol tenían el doble de posibilidades de morir por una dolencia cardiovascular.
El profesor Michael Oliver escribiría sobre ello en el British Medical Journal lo siguiente: “Como la intervención múltiple contra los factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares en hombres de mediana edad con un riesgo sólo moderado ha fallado a la hora de reducir la morbilidad y la mortalidad tal intervención difícilmente se justifica.
Esta conclusión se opone a las recomendaciones de muchos cuerpos asesores nacionales e internacionales que deben tener estos nuevos resultados en cuenta. No hacerlo sería éticamente inaceptable”. Añadiremos que el estudio más antiguo realizado sobre las causas de las dolencias cardíacas comenzó en 1948 en Framingham (Massachussets, EEUU).
Pues bien, poco antes de la Navidad de 1997 JAMA, el periódico de la Asociación Médica Americana, publicó un informe sobre el seguimiento realizado entonces que demostró que la grasa saturada reducía los infartos cerebrales.
Preocupados ante la aparente contradicción se les planteó a los investigadores si no sería que los sujetos de la investigación habían muerto antes por accidentes cardíacos y por eso el número de infartos cerebrales era menor a lo que éstos contestaron: “Tal hipótesis sería válida si hubiera una asociación nítida y directa entre la ingesta de grasas y las enfermedades del corazón.
Y dado que nosotros no encontramos tal asociación utilizar la mortalidad por enfermedades del corazón es una explicación muy improbable para justificar nuestros resultados”. En pocas palabras: tras 49 años de investigación no se encontró relación alguna entre una dieta rica en grasas y las enfermedades del corazón. Y por si fuera poco, en el Medical World News del 27 de marzo de 1992 se publicó otro estudio según el cual entre los adultos estudiados tras sufrir un ataque cardíaco mortal había tantas personas con un colesterol por encima de 300 como por debajo de 200.
Y en el nº 149 de la revista Atherosclerosis se afirmaría que más de la mitad de los pacientes admitidos en los hospitales con un ataque cardíaco presentaban unos índices normales de colesterol.
EL MARKETING FARMACÉUTICO SEPULTA LOS DATOS Walter Harternbach, en su libro La mentira del colesterol, revisa otros datos generalmente ignorados de los que extrae cinco ejemplos:
1) En el estudio Simvastatin (4-SStudie) -en el que fueron controladas 4.444 personas- se constató que “un nivel elevado de colesterol no tiene influencia alguna en el desarrollo de la arteriosclerosis o de los infartos de miocardio. Carece de sentido pues tratar de reducir el colesterol y de ahí que no esté indicado”.
2) El estudio Multifactorial Finlandés -que examinó los niveles de colesterol de 2.000 personas- demostró que entre quienes fueron tratados con fármacos anticolesterolemiantes hubo el triple de infartos y un tercio más de muertes que entre quienes no los tomaron.
3) En el estudio sobre el corazón Helsinki I (1987) realizado sobre 700 personas, al rebajar los índices de colesterol se registró un 40% más de efectos secundarios fatales que los observados en el grupo de control; y en el estudio Helsinki II (1993), realizado seis años más tarde, ese aumento llegó hasta el 50%. Es significativo también el aumento de casos de fallecimiento por cáncer al disminuir los niveles de colesterol: en el estudio Helsinki II alcanzó un valor del 43%.
4) En el estudio Framingham ya citado, al rebajar los niveles de colesterol se registró un notable incremento de los casos de fallecimiento por cáncer. En más de una investigación -como luego apuntaremos- se ha registrado tan notable “coincidencia”: el riesgo de cáncer y de infarto de miocardio parece aumentar a consecuencia de la ingesta de los medicamentos destinados a rebajar los niveles de colesterol.
Tras examinar los datos existentes sobre la relación ataques cardíacos-colesterol Harternbach formula tres conclusiones básicas: “
1) El colesterol no tiene ninguna influencia en el desarrollo de la arteriosclerosis o el infarto de miocardio.
2) Los valores altos del nivel de colesterol están asociados a una alta esperanza de vida y a una menor frecuencia de los casos de cáncer.
3) La disminución del nivel de colesterol está asociada a numerosos fallecimientos y a una elevada incidencia en la aparición de cáncer”.
Cabe añadir que a los ejemplos señalados por Harternbach se pueden añadir otros. En la misma dirección apunta por ejemplo otro informe titulado Necesidad de cambiar la dirección de la medicación relacionada con el colesterol.
Un problema de gran urgencia dirigido por Yakugaku Zasshi y publicado en el Journal Pharmaceutical Society de Japón- pues en él se afirma que “el nivel de colesterol total alto no se asocia con una alta mortalidad coronaria en poblaciones de más de 40-50 años de edad.
Más importante aún: los valores de colesterol totales más altos se asocian a menores proporciones de cáncer y de todo tipo de mortalidad en estas poblaciones”. Y aunque a algunos les cueste creerlo hay un largo etcétera de estudios parecidos.
A PESAR DE LO CUAL LOS NIVELES DE COLESTEROL CONSIDERADOS “ACEPTABLES” SIGUEN BAJANDO El lector debería saber que, en el actual sistema médico-industrial, para multiplicar el número de enfermos -y, por tanto, el número de ventas de un medicamento- basta con reunir a un panel de “especialistas” y que éstos decidan que la cifra de determinado factor -el colesterol, en este caso- debe ser como máximo de la cantidad “X”.
Con esa simple decisión millones de personas que hasta ese día y hora estaban sanísimas pasan automáticamente a ser “enfermas” y, por ende, en potenciales víctimas de un accidente cardíaco.
Y, por supuesto, para que esa posibilidad no se produzca deben medicarse de inmediato. Así se hizo con el colesterol y las estatinas. Y con muchos otros fármacos. Un negocio redondo.
Basta revisar algunas cifras para comprobarlo. En la década de los noventa del pasado siglo XX estaban en tratamiento con estatinas trece millones de norteamericanos según datos de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos.
En el 2001, sin embargo, un panel de expertos decidió cambiar esas normas y el número de consumidores de estatinas pasó así a ser de golpe de 36 millones. Y en el 2004 otra nueva reunión permitió bajar de nuevo la cifra de colesterol aceptable con lo que el número de estadounidenses que pasó a “beneficiarse” del consumo de estatinas pasó a ser de 40 millones.
Pero la corrupción acaba siempre -antes o después- saliendo a la luz. Y esa nueva decisión de bajar la cifra aceptable de colesterol fue ya denunciaba abiertamente por el prestigioso diario USA Today el 16 de octubre del 2004 con estas palabras referidas a quienes la tomaron: “Dirigían influyentes grupos médicos, fueron protagonistas en prestigiosos congresos, publicaban trabajos en las principales revistas y eran gigantes indiscutibles en su campo.
Pero cuando hace poco esos médicos asesoraron al Gobierno sobre las nuevas recomendaciones para el público con respecto al colesterol hubo algo más que todos ellos tenían en común y que no se dio a conocer: ocho de los nueve cobraban dinero de las propias compañías cuyos productos para reducir el colesterol recomendaban a millones de estadounidenses.
Dos eran accionistas de ellas. Otros dos comenzaron a trabajar para laboratorios poco después de hacer las recomendaciones. Otro era un científico ‘senior’ del Gobierno que también ofrece sus servicios a diez compañías e incluso pertenece a uno de sus directorios.
Con lo que ahora los grupos de consumidores -y otros- no sólo cuestionan las sugerencias de esos médicos sino también su capacidad para trabajar en pos de los intereses del público. Y esto pasa mientras algunas de esas compañías presionan al Gobierno para que permita que los fármacos que son objeto de esta controversia -estatinas como Lipitor y Zocor- sean de venta libre.
Obviamente hay médicos prestigiosos, vinculados a los laboratorios fabricantes de estatinas, que apoyan esa aprobación”. En este caso la situación más impresentable era la del doctor H. Bryan Brewer -Jefe de la División de Enfermedades Moleculares del National Heart, Lung and Blood Institute- que llegó a recibir 200.000 dólares de intereses privados externos mientras ocupaba su puesto en un organismo público como el NIH estatal.
¿Puede alguien mantener en serio que tales expertos emiten juicios independientes ante estos datos? “Los conflictos de intereses son cada vez más habituales ahora que dos tercios de las investigaciones médicas en las universidades son financiadas por la industria privada -añadía el reportaje del USA Today-. Veinte años atrás esta cifra sólo alcanzaba un tercio.
‘El gobierno no está produciendo medicamentos. Todos los grandes ensayos de estatinas han sido financiados por las compañías’, dijo el Dr. Scott Grundy, cardiólogo del University of Texas Southwestern Medical Center que encabezó el panel sobre colesterol.El Gobierno tiene sus propios problemas.
Hace una década se derogó la prohibición de realizar asesoramiento privado a los empleados públicos y en los últimos años hemos asistido a un escándalo tras otro por científicos federales que aceptaron dinero de compañías directamente afectadas por sus decisiones”.
No es de extrañar pues que más de 30 médicos, investigadores en materia de sanidad y científicos pusieran su firma en una contundente carta dirigida al Director de los Institutos Nacionales de la Salud en la que afirmaban “que las directrices, con sus recomendaciones para terapias farmacológicas, no están justificadas por argumentos de peso científico” (el subrayado es nuestro).
Pero una vez puesta la maquinaria en marcha no hay quien la detenga. Con los niveles de colesterol “aceptables” a mínimos absurdos -¡qué importa lo que digan los investigadores independientes!- nadie puede impedir ya que los más de 3.000 millones de dólares anuales que sólo en publicidad directa de fármacos y enfermedades se gastan las farmacéuticas en Estados Unidos alcancen su objetivo: hacer creer a gente sana que está enferma.
Una estrategia que se apoya también -entre otras cosas- en las ayudas que la industria da a las “asociaciones de pacientes” para controlarlas, en el dinero que invierten en las interesadas separatas especiales de las publicaciones científicas y en los millones de dólares que invierten en empresas de relaciones públicas para que éstas contacten en todo el mundo con periodistas -en general acríticos y pésimamente formados en este ámbito- así como con todo aquel que tenga cierto poder de decisión.
Sin olvidar, por supuesto, a los visitadores médicos y a los propios médicos, invitados una y otra vez a “congresos” a los que no sólo acuden gratuitamente sino que a veces incluso son pagados sólo por asistir y a los que se hacen todo tipo de “regalos”. Dinero sobra. Incluso para pagar a gente que se dedica sólo a desprestigiar toda voz discrepante independiente.
Y al final, como una mancha de aceite, la idea acaba imponiéndose en las consultas de los médicos que en cuatro minutos atienden a sus pacientes y tras echar un vistazo a los análisis prescriben de inmediato a muchos de ellos cualquiera de las muchas estatinas que ya se comercializan para reducir “ese nivel de colesterol tan alto que tienen”.
La mentira completa así el círculo y los pacientes, engañados, se medican sin necesidad. EL RIESGO-BENEFICIO DE LAS ESTATINAS Ray Moynihan, periodista especializado en temas de salud y en las técnicas de marketing de la industria para vender fármacos y enfermedades, resume así en su libro Medicamentos que nos enferman e industrias farmacéuticas que nos convierten en pacientes la controversia sobre el uso de las estatinas: “En definitiva, para muchos otros hombres (aquellos que no han padecido ningún accidente cardiovascular) y mujeres sanas no existen pruebas de peso que demuestren que estos fármacos puedan contribuir significativamente a prevenir una muerte prematura. (…) El uso del miedo para comercializar las estatinas ha escandalizado a los científicos independientes, consumidores y médicos en todo el mundo.
La preocupación es por partida doble.
En primer lugar, para la mayoría de las personas a quien va dirigido este marketing masivo no hay pruebas fidedignas que acrediten que las estatinas reduzcan las posibilidades de morir prematuramente.
En segundo lugar, y más relevante, el foco promocional sobre el colesterol desvía la atención de otros métodos más eficaces y eficientes para prolongar y mejorar la vida”.
La verdad es que los trabajos que apuntan que el tratamiento preventivo con estatinas por su acción sobre el colesterol podría evitar la muerte por accidente cardiovascular son escasos y nada concluyentes. De hecho investigadores de la Universidad de la Columbia Británica (Canadá) elaboraron un meta-análisis reuniendo datos de cinco ensayos independientes de gran envergadura concluyendo que las estatinas reducen los infartos y los ictus en un porcentaje ínfimo: un 1,4%.
Porque eso significa que de 71 pacientes hipercolesterolémicos tratados preventivamente con estatinas durante cinco años se prevendría ese problema ¡en un sólo caso! Y algo más significativo aún: la tasa de efectos secundarios era del 1,8% superando la capacidad preventiva.
Mike Adams, periodista también especializado en temas de salud, publicó en julio del 2004 un artículo titulado Alerta sobre un fraude médico: las estatinas que reducen el colesterol no salvan ninguna vida (puede leerlo enhttp://www.newstarget.com/z001268.html en el que señalaba: “Una revisión crítica de trece ensayos clínicos publicada en JAMA -el periódico de la Asociación Médica Americana- revela algunos hechos sorprendentes sobre las estatinas:
1) Las estatinas no han salvado una sola vida.
2) A nivel preventivo las estatinas son absolutamente inútiles.
3) Las estatinas no reducen el riesgo de muerte ni siquiera en los casos de personas con el colesterol alto.
4) No hay un solo estudio que demuestre que las estatinas alargan la vida de las mujeres.” Dejamos claro de nuevo que muchos de los científicos, investigadores y especialistas en salud que se muestran contrarios a la extensión de las estatinas como medicamento preventivo no discuten su valor en el caso de accidentes cardiovasculares, discuten que consigan mejorar el estado del enfermo mediante la reducción del colesterol.
De hecho este mismo año se ha publicado en Annals of Internal Medicine un estudio en el que se afirma que las estatinas y los betabloqueantes usados para reducir la presión sanguínea reducen el índice de ataques cardíacos. Realizado por el Kaiser Permanente Health Insurance y científicos de Stanford y de la Universidad de California el estudio indica que el efecto beneficioso de las estatinas se debe a que disminuye la inflamación de las arterias.
Cuestión distinta es si la acción de las estatinas sobre el colesterol es beneficiosa y si los riesgos que afrontan los pacientes que las toman durante mucho tiempo de forma preventiva se justifican. Porque debe saberse que para bajar el nivel de colesterol las estatinas actúan bloqueando una enzima denominada HMG-CoA reductasa que controla la formación de colesterol en el organismo.
El problema es que esa enzima es necesaria para la producción de la coenzima Q-10 que juega un papel muy importante en la producción de Adenosín Trifosfato o ATP, es decir, la molécula que interviene en todas las transacciones de energía que se llevan a cabo en las células.
Se trata pues de una coenzima que está presente en cada una de las células de nuestro cuerpo pero que se concentra especialmente en las más activas que son las del corazón siendo por tanto indispensable para su correcto funcionamiento.
Por lo que usar estatinas para “prevenir” ataques cardíacos alegando que bajan el nivel de colesterol es una incongruencia ya que pueden terminar provocándolos si genera un déficit de Q-10. Y lo que sí está demostrada es la relación entre una carencia de esa coenzima y el deterioro de la función del miocardio, las disfunciones hepáticas y las miopatías, incluidas la cardiomiopatía y el fallo cardiaco congestivo.
El doctor Peter H. Langsjoen, especialista en el ámbito de la seguridad de las estatinas, revelaba en uno de sus trabajos -Cardiomiopatía inducida por las estatinas- que tras 17 años de experiencia con ellas había observado un incremento dramático de los fallos cardíacos como efecto secundario de su ingesta.
Una circunstancia, debemos suponer, que era perfectamente conocida por las compañías farmacéuticas ya que en los años 1989 y 1990 la Merck patentó el uso de la coenzima Q-10 en combinación con las estatinas para prevenir y tratar estas complicaciones (Brown MS. Coenzyme Q-10 with HMG-CoA reductase inhibitors. United States Patent, 4, 933,165. Jun,12,1990). Y en la patente de Merck se puede leer con toda claridad: “(…) since coenzyme Q-10 (…) is of benefit in congestive Heart Failure, the combination with HMG-CoA reductase inhibitors(statins) should be of value in such patients who also have added risk of high colesterol”.
Es decir, “(…) dado que la coenzima Q-10 (…) ofrece beneficios en los casos de fallos cardiacos congestivos la combinación de esta sustancia con los inhibidores de HMG-CoA reductasa (estatinas) sería importante en aquellos pacientes con el riesgo añadido de tener el colesterol alto”.
A pesar de lo cual, que se sepa, la empresa jamás mostró especial interés en trasladar a pacientes y médicos la importancia de suplementar con coenzima Q-10 la prescripción de estatinas.
Los daños musculares -y no olvidemos que el corazón es un músculo- provocados por las estatinas como efectos secundarios son los más conocidos desde hace tiempo. Ya en agosto del 2001 Bayer se vio forzada a retirar del mercado Baycol (cerivastatin) después de que se relacionaran con ese medicamento al menos 52 muertes.
Y varios de los pacientes que tomaron Baycol para reducir su nivel de colesterol fueron diagnosticados con un padecimiento conocido como rabdomiolisis, enfermedad de las fibras musculares que se descomponen liberando sus restos en la circulación y causando necrosis tubular aguda, insuficiencia renal y, en algunos casos, la muerte.
Y no son sólo los daños musculares o hepáticos. Aún hay más. Duane Graveline -conocido popularmente en Estados Unidos como “Doc” Graveline- ha sido especialista en Medicina Aeroespacial, astronauta, cirujano de vuelo y médico de familia durante más de 20 años.
Pues bien, tras un episodio de amnesia sufrido como efecto secundario de la ingesta de la estatina Lipitor -recetado para controlar su colesterol “no demasiado alto”- decidió investigar en profundidad sobre el riesgo-beneficio de las estatinas.
Y fruto de ese trabajo fue la página web http://www.spacedoc.net/ y el libro Statin Drugs – Side Effects en cuyo prólogo puede leerse. “Si consume usted Vytorin, Lipitor, Zocor, Crestor, Mevacor, Pravachol o Lescol debería leer este libro.
La mayoría de los efectos secundarios de las estatinas son desconocidos por sus ocupados doctores. Aunque ya conocen los problemas que pueden causar en los músculos y en el hígado pocos han oído hablar de la amnesia y otras formas de trastorno de memoria; y menos todavía de la hostilidad, agresividad y depresión profunda relacionadas con las estatinas.
Pero más ominoso aún es el trabajo de Muldoon que señala que con pruebas suficientemente sensibles se demuestra que el 100% de los consumidores de estatinas padece un déficit cognoscitivo.
El inaceptable legado actual del uso de estatinas en altas dosis es un sendero de dolores crónicos, entumecimiento, debilidad, confusión, fatiga, respiración agitada y deficiencia cardiaca en millares de víctimas confiadas.
Muchos médicos se han vuelto víctimas del uso de las estatinas y, como el autor, ahora sospechan que el mensaje de los persuasivos representantes de las farmacéuticas puede no haber sido nunca verdad”.
En una entrevista que le hizo el doctor Jay S. Cohen a Graveline -léala en http://www.MedicationSense.com éste apuntaba además en una dirección que puede resultar sorprendente, aterradora, pero en algunos casos también esperanzadora.
“Los médicos, como sus pacientes -contestaba Graveline a una de las preguntas-, ignoran por completo el problema de los efectos secundarios cognitivos de las estatinas. Una y otra vez aseguran y tranquilizan a sus pacientes preocupados y les dicen que sus lapsos de memoria son ‘los esperados para su edad’, quizás un ‘toque de senilidad’ o incluso ‘Alzheimer temprano’.
Y ahora, tras más de diez años de prescribir estatinas y tranquilizar a los pacientes sobre su seguridad, lo último que un médico quiere oír es que ha estado equivocado durante tanto tiempo”. La pregunta es obvia: ¿tiene usted problemas cognitivos y ha estado tomando durante años estatinas para controlar el colesterol? Porque si es así quizás ni su médico ni usted hayan asociado hasta ahora ese problema con las estatinas pero resulta que ¡podrían ser la causa! Si, tal y como sostiene Graveline, algunos de los problemas cognitivos hoy diagnosticados como irrecuperables fueran el producto de la ingesta prolongada de estatinas la solución preventiva estaría precisamente en no tomarlos.
No estaría pues de más que los médicos que atienden a este tipo de pacientes se ocuparan de saber si los mismos tomaron estatinas y durante cuánto tiempo. Sería un buen comienzo. En julio del 2003 la revista Pharmacotherapy publicaba La pérdida de memoria asociada a las estatinas: análisis de 60 informes de casos y revisión de la literatura.
El artículo examinó 60 casos de deterioros cognoscitivos asociados a las estatinas y recogidos del propio sistema de vigilancia Medwatch de la FDA.
Bueno, pues según las conclusiones esos deterioros estaban relacionados con las dosis: a más fuerte el medicamento y la dosis, mayor el riesgo. Avalando así las conclusiones alcanzadas por Graveline. Otro dato bastante ignorado es que los estudios sobre la eficacia de las estatinas suelen ser bastante sesgados. De hecho en más del 80% de los casos se realizaron con hombres y no con mujeres.
Y raramente se han tenido en cuenta que quienes las toman suelen padecer otras patologías. Precisamente al considerar que los pacientes con patologías subyacentes podrían experimentar serios efectos secundarios el Ministerio de Salud de Canadá obligó el pasado año a los fabricantes de medicamentos -entre ellos los de Lipitor (atorvastatin), Zocor (simvastatin), Mevacor (lovastatin), Lescol y Lescol XL (fluvastatin), Pravachol (pravastatin) y Crestor (rosuvastatin) a que cambiaran la información sobre la seguridad de sus productos y remarcaran el potencial de daño muscular en pacientes que consumen alcohol, toman otros medicamentos, padecen problemas renales o hepáticos, son diabéticos, hacen excesivo ejercicio físico, están embarazadas (parece que podría causar malformaciones en el feto), padecen de tiroides, han sufrido daños musculares o en los tejidos (cirugía)… y algunas otras patologías más.
RESPUESTA INFLAMATORIA En suma, ha llegado el momento de comenzar a contemplar el papel del colesterol y de todo el arsenal de medicamentos desarrollados en su contra de otra manera. ¿O cuando suena la alarma en su casa la apaga usted en lugar de comprobar por qué suena? “Cuando el daño en las paredes arteriales se produce y la inflamación comienza -escribe Ron Rosedale en su libro El Colesterol no es la causa de las enfermedades del corazón- se liberan mediadores químicos para que el daño pueda repararse.
El hígado se pone en marcha para reciclar o fabricar colesterol dado que ninguna célula, humana o de cualquier otro tipo, puede hacerse sin él.
En este caso el colesterol está siendo elaborado y distribuido en su torrente sanguíneo para ayudar a reparar el tejido dañado y, de hecho, para mantenerlo vivo. Si el daño es excesivo es necesario distribuir colesterol extra a través del torrente sanguíneo.
No parece muy inteligente pues reducir simplemente el colesterol y olvidarse de por qué está allí. Mucho más inteligente parece reducir la necesidad extra de colesterol, el daño excesivo que está teniendo lugar, la razón para la inflamación crónica”.
Y formulado así el problema no falta quien ha formulado también la solución desde los mismos planteamientos. “El colesterol, los triglicéridos, las lipoproteínas de alta y baja densidad (HDL y LDL) y demás productos metabólicos -escribe Matías Rath en su libro Por qué los animales no sufren infartos y los hombres sí- son recursos reparadores por excelencia y su nivel en la sangre se incrementa como consecuencia del debilitamiento de las paredes arteriales.
Si las paredes de los vasos sufren un debilitamiento crónico la demanda de reparación se hará cada vez mayor y la velocidad con que el hígado produce esas moléculas irá en aumento.
Debido pues a ese aumento de la producción de colesterol y otros factores de reparación en el hígado el nivel de tales moléculas en la corriente sanguínea crece convirtiéndolas al cabo de cierto tiempo en factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares.
En resumen, la medida más importante para reducir el nivel de colesterol y otros factores de riesgo secundarios consiste en fortalecer las paredes arteriales reduciendo la demanda metabólica de un aumento de la producción de estos factores por el hígado. (…) Y los únicos dos factores que pueden influir en la salud cardiovascular son la dieta y, sobre todo, un aporte de nutrientes esenciales concretos que regulen el metabolismo celular”.
Este planteamiento de Rath podría incluso explicar los sorprendentes datos de algunos estudios citados anteriormente en los que la existencia de altos niveles de colesterol se relaciona con menos casos de cáncer. Todo apunta a que el colesterol, al proteger las paredes de los vasos, impediría la migración de las células tumorales a través de ellos, una de las hipótesis de explicación de las metástasis.
Por ello da tanta importancia Rath a la vitamina C y a dos aminoácidos como la lisina y la prolina pues, junto a otros nutrientes, actúan como protectores del colágeno del tejido conjuntivo en las paredes de los vasos y arterias protegiendo así de las dolencias cardiovasculares (vea lo ya publicado al respecto en el nº 64 de la revista al hablar sobre la Medicina Celular en la sección de Reportajes de nuestra web). Confiamos en que a partir de ahora empiece usted a mirar el colesterol con otros ojos.