Buscar este blog

martes, 31 de mayo de 2011

Para Doña Marina Castellón en el día de las madres....




Doña Marina Castellón

La Revolución, como para muchos, fue un parte aguas… En mi historia, el impacto fue brutal. La familia por extenso dividida, separada. El castillo de los Castellón partido, resquebrajado. Nunca sabremos con exactitud de aquellos dolores. Confiscaciones, asilo y exilio por un lado. Compromiso, entrega y pasión por la Revolución… por el otro. Mi madre, siempre mi hermosa madre, descifrando jeroglíficos, haciendo proezas de equilibrio para actuar equidistante. Yo y mis primos hermanos en su corazón.  Hermanos y hermanas en el exilio.  Tu deberías haber sido candidata a la Presidencia, mamá. Nadie como tú supo ser estadista, con mayúscula,  cuando tu mundo, simplemente, se hizo añicos. Te veo en aquella vieja foto en blanco y negro, hermosa, guapa, reluciente. Orgullosa, me llevabas de la mano. Hoy estas aquí también, amándome, como siempre. Tu aura me acompaña. Nunca me soltaste, amor. Aquella foto es una capsula del tiempo. Cuantas veces, madre, en estos años tumultuosos, alegres y tristes a la vez, fuiste barrera invisible, muro etéreo, escudo translucido. Me protegiste de los malandrines, que como jíbaros  modernos, cazaban las cabezas de los jóvenes. De las situaciones de riesgo me sacaste incólume, apartaste de mí el cáliz de la violación flagrante de los principios. Ángel mío. Eterna en mis genes y en los de mis hijos. No hay seguro de vida ni doctrina de Fe que se compare a tu amor, mamá. En ese seno, sin darme cuenta, estuve seguro. Sobreviví a mis hermanos, los que tú me diste, y también a mis otros hermanos, a los que me unieron y unen lazos eternos de coraje, sueños y esperanzas. Nunca sabré porqué ni le quiero buscar más pies al gato. Algún propósito oculto habrá que en estos quehaceres de vidas, cuando menos lo espere, aparecerá como una reluciente y simple respuesta que, de pronto, a todo da sentido, uniendo las hilachas, tejiendo una y otra vez las comprensiones. No me da  pena decir que lloro y gimo, por el súbito entendimiento de tus dolores. Perdón mamá, sin más detalles. Gracias mamá sin necios pormenores.



Reproducido de  http://www.bubok.com/libros/196676/Sin-secretos

No hay comentarios:

Publicar un comentario