http://www.abc.es/sociedad/20150402/abci-mitos-verdades-muerte-jesus-201503271340.html
pirámides cuadrangulares”, con amplia base de retención, también
cuadrada. Los clavos eran, seguramente, guiados entre el radio y los
huesos del carpo, o entre las dos filas de huesos del carpo. El clavo
podía pasar perfectamente entre los elementos óseos y no producir ninguna fractura.
Pero posiblemente, la herida perióstica era extremadamente dolorosa
(periostio es la membrana fibrosa adherida a los huesos, que sirve para
su nutrición y renovación).
Mitos y verdades sobre la Pasión y Muerte de Cristo
Día 02/04/2015 - 02.03h
¿Llevó realmente una cruz? ¿Hay alguna investigación científica que haya encontrado el cuerpo de Jesús?
El cine ha contado la Pasión y Muerte de Jesucristo en numerosas ocasiones. La más polémica sin duda ha sido La Pasión de Cristo de Mel Gibson, cuya dureza le valió al film el calificativo de «antisemita» por una parte de la comunidad judía. ¿Pero qué fué realmente lo que pasó aquellos días? ABC ha consultado con varios expertos en fisiología, historia y Sagradas Escrituras sobre los mitos y verdades que rodean la Muerte y Resurrección de Jesús.
¿Hay alguna evidencia de que Jesús existió realmente?
Suele decirse, en la investigación en Historia Antigua que testis unus, testis nullus. Es decir, que disponer sólo de una evidencia sobre un acontecimiento es como no disponer de ninguna. No es este el caso de Jesús de Nazaret. Además de en los Evangelios, que también son un documento histórico,
hay noticias de Jesús en fuentes contemporáneas tanto latinas –romanas,
por tanto– como, naturalmente, judías y en ambas, además, con la firma
de autoridad de historiadores antiguos.
Entre las primeras, y además de las noticias de Suetonio,
que alude a Cristo en la Vida de Claudio o de Plinio el Joven, que
habla sobre aquél en la correspondencia que mantuvo con Trajano, destaca
la noticia del libro decimoquinto de los Annales de Tácito, seguramente
la obra histórica de más reputación metodológica del
mundo romano. En ese libro Tácito, a propósito de la inculpación de los
cristianos en el incendio de la Roma de Nerón, habla de Jesús como
juzgado por Pilato y condenado a muerte y crucificado en la época del
emperador Tiberio.
Pero, además, el erudito griego Luciano de Samósata, ya hacia el siglo II d. C. habla de Cristo como un personaje histórico
crucificado en Palestina. Entre los autores judíos y además de en
el Talmud, las Antigüedades Judaicas de Flavio Josefo –que escribe hacia
los años noventa del siglo I d. C.– transmiten la noticia del proceso
de Jesús un
proceso que, además, ha sido estudiado como perfectamente ajustado –en
todos sus pormenores– a la jurisprudencia y al Derecho provincial
romanos.
Por el modo en que se crucificaba, parece más posible que sólo llevase el travesaño
También Poncio Pilato, el procurador de Judea que juzga a
Jesús está bien documentado epigráficamente y no hace mucho se descubrió
una inscripción en Caesarea Maritima que alude a su intervención en la
construcción de un templete
dedicado al culto a Tiberio, al culto imperial, en el teatro de dicha
localidad. Además, también el Nuevo Testamento aporta mucha información
sobre la vida cotidiana en tiempos de la presencia romana en el territorio de Palestina e, incluso, sobre la cultura material de la época lo que concede validez histórica a todo su material.
¿Por
qué cuando muere Jesús se produce un terremoto y se oscurece la Tierra?
¿Hay alguna evidencia de que esto ocurrió realmente así?
La cultura antigua en general, y la romana en particular –pero también el pueblo judío,
extraordinariamente dado a los presagios y los signos– era una cultura
profundamente supersticiosa y con un gran peso de los símbolos.
Cualquier personalidad distinguida en la Historia
iba precedida siempre (así sucede en las biografías imperiales que, por
ejemplo, elabora Suetonio) de una serie de augurios y de una serie de prodigios que acompañaban su nacimiento y su muerte, los llamados auguria y los llamados omina.
En el caso de Cristo, el Nuevo Testamento habla
de los temblores de tierra subsiguientes a su muerte y de las tinieblas
que cubrieron la Tierra durante unas horas. Efectivamente, existe una noticia histórica,
fruto de un historiador judío, un tal Thallus, que escribió hacia el
año 52 d. C., que, en una obra suya histórica –perdida– hablaba de este terremoto y de estas tinieblas subsiguientes
relacionadas con un eclipse solar. El testimonio nos ha llegado
indirectamente, gracias al cosmógrafo Julio Africano, pero es
perfectamente válido.
El episodio del eclipse es también recogido por historiadores romanos
ya más tardíos como Tertuliano, del siglo II d. C., o Eusebio de
Cesarea, ya del siglo III d. C., que lo ubica exactamente en el año
32/33 de nuestra Era y dice que fue especialmente intenso en Oriente
afectando a ciudades como la célebre Nicea.
-¿Ha habido alguna investigación científica dirigida a buscar el cadáver de Jesús?
-En los años noventa se publicó el material recuperado
algo antes en una tumba –la llamada Tumba Talpiot– del Jerusalén
oriental en la que se hallaron varios modestos osarios de arenisca uno
de ellos con la inscripción hebraica “Jesús, hijo de José”, que puede verse en el Museo de Jerusalén.
A partir de ese descubrimiento se ha querido entender que ese recinto
albergó los restos del propio Cristo y de otros miembros de su familia.
Las muñecas, no la palma de las manos, eran clavadas al patíbulo porque pueden soportar el peso del cuerpo suspendido
Sin embargo, los problemas que plantea la onomástica
–muy corriente– de esa inscripción y de otras localizadas han abierto
una notable polémica respecto de la relación existente entre esas
sepulturas y el episodio del Santo Entierro.
Además, las tempranas noticias que existen sobre la basílica del Santo
Sepulcro invitan a desestimar, también, aquélla identificación.
-¿Qué distancia tenía el camino de Jesús hasta el Calvario?
-No se sabe con certeza dónde estaba Pilato cuando le
llevaron a Jesús para que lo condenase a muerte. Según unos autores
estaría alojado en el palacio de Herodes, y según otros en la Fortaleza Antonia para
vigilar más de cerca la explanada del Templo en aquellos días de
Pascua, en que se concentraban muchas gentes llegadas desde lejos a
Jerusalén. En cualquier caso, la distancia de ambos lugares al Calvario
es de unos 500 metros.
Si se cuenta desde el Huerto de los Olivos, en que fue
prendido, para luego ser llevado a casa de Caifás, después a Pilatos, a
Herodes, y finalmente al Calvario, el recorrido sería de unos 4 kilómetros en total.
-¿Jesús llevó el travesaño de la cruz -la parte horizontal de la cruz- camino del Calvario o la cruz entera?
-Tampoco se puede decir nada con certeza. Por el modo en que se crucificaba ordinariamente, parece más posible que sólo llevase el travesaño y que al llegar al lugar, una vez fijadas las manos al travesaño, fuera alzado sobre el poste vertical.
-El
Viernes Santo los cristianos rememoran la muerte de Cristo. La
celebraciones tienen lugar a las tres de la tarde, ¿realmente Cristo
murió a esa hora? ¿Cómo se puede saber ese dato?
-Dicen los Evangelios (Mateo 27,45; Marcos 15,33; Lucas 23,44 y Juan 19,14) que Jesús estuvo en la cruz de la hora sexta (las doce) a la hora nona (las tres), en que murió.
-¿La
Pasión y muerte de Cristo coinciden cronológicamente con las
celebraciones litúrgicas de Semana Santa? Es decir, ¿era jueves cuando
se produjo la última cena?
-Las fechas de las celebraciones litúrgicas coinciden
con los relatos evangélicos, según los cuales la última cena fue la
noche anterior a la muerte de Jesús, por la tanto, el jueves.
-¿Murió
al día siguiente? Si muere un viernes a las tres de la tarde, entonces
su resurrección no pudo producirse el domingo. Jesús resucita al tercer
día, ¿cómo se explica?
-Muere el viernes por la tarde y lo depositan en el sepulcro (1º
día), su cuerpo pasa todo el sábado en el sepulcro (2º día) y resucita
en las primeras horas del domingo (3º día). Este es el modo de contar
los días (no se trata de días completos en el sepulcro, sino de días en los que estuvo –al menos unas horas- en el sepulcro)
-¿Los clavos atravesaron sus manos o sus muñecas?
-Por documentos históricos,
tanto de escritores cristianos como paganos, y por los hallazgos
arqueológicos de crucificados en la Palestina de la época del Señor, es
razonable pensar que primero clavaran los dos brazos al tablero horizontal que cargó durante el camino al Calvario.
Además conocemos bien el tamaño y la forma de los clavos de hierro que solían emplear los romanos para la crucifixión: “largas
La muerte de Jesús fue el resultado de un largo proceso agónico que duró unas 12-13 horas
Con los brazos estirados pero no en forma tirante, las muñecas, no la palma de las manos, eran clavadas al patíbulo. Se ha demostrado en experimentos con cadáveres, que los ligamentos y los huesos de la muñeca pueden
soportar el peso del cuerpo suspendido. De otra forma, si se hubieran
clavado las palmas, el peso del cuerpo en posición vertical, las hubiera
desgarrado.
-¿Cuánto tiempo duró la agonía de Jesús?
-Cabalmenteque la muerte de Jesús fue el resultado de un largo proceso agónico que duró unas 12-13 horas.
Desde aproximadamente las 12-1-2 AM de la noche del jueves (el canto
del gallo, interesante referencia horaria del Evangelio es hacia las 3
am). La Agonía del Huerto, comienzo físico de la Pasión, debió suceder
poco tiempo antes hasta las 3 PM del viernes siguiente.
-¿Se conocen cuáles fueron las causas de la muerte de Jesús?
-El peso de la evidencia histórica y médica indica que
Jesús murió antes de que le perforasen su costado, apoyando la visión
tradicional de que la lanza penetró entre sus costillas y atravesó
probablemente no solo el pulmón derecho, sino también el pericardio y el
corazón.
Posiblemente, Jesús murió por asfixia directa por
compromiso de músculos respiratorios -posicional y de multicontusiones-
e indirecta, secundaria a insuficiencia cardiaca. Es también altamente
posible que concurriera una situación de edema pulmonar agudo debido a la insuficiencia cardiaca instaurada por la hipovolemia y posibles arritmias.
La insuficiencia cardiaca también
sería la causa de edema –derrame- en los “espacios virtuales” pleurales
y pericárdicos (taponamiento cardíaco), el cual podría explicar la
salida de “agua” después de sangre, tras la lanzada del centurión.
Una muerte terrible que se produce en una situación de angustia y abandono en la que estuvo consciente, cabal y lúcido hasta el último milisegundo de su vida terrena.
-¿Son verdaderas la Sábana Santa de Turín? ¿Y la de Oviedo?
-La fe católica no
dice nada acerca de la autenticidad de las reliquias. Es una cuestión
que está abierta a la investigación científica, y cada uno puede pensar
lo que le parezca más razonable a la luz de los datos que se tengan. En
el caso de la Sábana Santa de Turín y el Sudario de Oviedo parece que
tanto los estudios históricos como el análisis de los lienzos inclina a pensar que pueden ser verdaderas reliquias.
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