Siiiiiii!
Aki tambien lo voy a celebrar.
Voy a ser el unico NICA en estos alrededores. No me importa.
"¡Salve a ti, Nicaragua! En tu suelo
ya no ruge la voz del cañón,
ni se tiñe con sangre de hermanos
tu glorioso pendón bicolor.
(bis)
Brille hermosa la paz en tu cielo
nada empañe tu gloria inmortal,
que el trabajo es tu digno laurel
y el honor es tu enseña triunfal."
Honor por siempre a los HEROES y MARTIRES!
====================================================
Para Alejandrito, mi bellisimo nieto "Chino" y su madre, Martita.
Alex nacio y yo estaba en Mozambique.
Recuerdo tantas cosas de mi nino amado y de vos.
Impresionado por mi abuelez, escribi un canto de carino a mi nieto y a mi hija tan amada: "El nieto"
Ahi digo, lo leo de nuevo y no cambiaria un apice del texto:
"Por la decisión de conservar a su hijo vivimos algunos días tensos. Después de cuatro hijos, tres matrimonios y presidir una familia donde estaban “los tuyos, los míos y los nuestros” y de luchar por 16 o 17 años, la cuenta varía si la hace Ana Sonia o la hago yo, por ese proyecto familiar, con los vaivenes del caso, por experiencia personal sabía muy bien, lo que significaba un bebé en la vida de cualquiera. Sin agotar la lista: el embarazo y sus sobresaltos, las primeras “fotos” del bebé a través de la ultrasonografía, el ritual de las consultas con la ginecóloga, la salida urgente al hospital cuando el trabajo de parto inicie y, sobre todo, el esfuerzo físico, psíquico, sublime y doloroso, de traer al mundo una vida nueva. La “chicha” como una protagonista indispensable en los primeros años, tanto así, que la primera palabra que Nelson Joaquín pronunció ante la expectativa de todos nosotros, apenas audible, pero clara, fue “teta”. El desvelo tremendo para que el bebé coma a sus horas – ellos no solo desayunan, almuerzan y cenan, como ya es conocido – y además permanezca seco y limpio. Mas el compromiso: los hijos son para toda la vida; y el nexo, nuevo, diferente, hasta extraño, que nos une de manera intangible a nuestro socio/a en esta hazaña cotidiana.
(...)
. El embarazo con una
personalidad propia siguió su curso habitual. Ella, muy dueña de sí,
participaba de las actividades propias de una pequeña ONG juvenil recién fundada, viajaba a El Salvador ante el
regocijo de la familia de por aquellos lares a recibir cursos que tenían que
ver, entre otros temas, con el Tratado
de Libre Comercio con los Estados Unidos. Yo le ponía inyecciones de hierro para aumentar la hemoglobina, así se convirtió en mi
“conejita de indias”, Uds. saben, médico al fin pero dedicado a la salud
pública por más tiempo del que quiero acordarme, tenía años de no tocar una paciente. Después,
me vine al África aceptando una oferta de los Voluntarios de Naciones Unidas
siguiendo el sueño del trabajo internacional en salud y la filosofía de
conservar mi propia agenda. Seguí acompañando, ahora en la distancia y vía
INTERNET, la culminación de aquel embarazo. En todo ese lapso, aprendí a
respetar su decisión y la ternura de verla embarazada creció en mi corazón de
padre, al verla luchar día a día por sus cosas y su bebé. El desenlace llegó de
sorpresa, en capítulos y por INTERNET. ¡Bendita tecnología! Del nacimiento me
di cuenta un día después. La historia se repite, de la muerte de mi papá
Joaquín supe cuatro días después, en 1979, por otras razones, por supuesto. Mi
nieto nació el 19 de Julio, fecha memorable en nuestro país y muy simbólica
para dos jóvenes enamorados de la justicia social. ¿Qué le esperará en la vida?
Solamente los conocedores de las influencias de los astros y otras lides en las
que no soy “ducho” lo sabrán. Ana Sonia me escribió la historia en capítulos de
email “el bebé está naciendo por cesárea”
y yo… “¿por cesárea?” Y después “…ya nació el bebé” y yo… “! Dios mío,
ya nació mi nieto!” Más tarde, un correo
con una “lluvia”, literalmente, de fotografías del bebé tan querido y esperado.
Eran muchas, demasiadas, “Yahoo” no
podía abrirlas todas. De las que estaban disponibles seleccione dos: una con
Martita mostrando su hermosa “panza” y otra con la carita de mi niño querido,
desconocido hasta entonces. Por supuesto, las puse en mi “memory flash”,
¿Se oye elegante, no? En seguida, tomé la decisión, temblándome el
cuerpo debido a las terroríficas historias que había escuchado acerca de
cuentas astronómicas en el Sistema de Naciones Unidas por el uso de celulares
para llamadas internacionales, de llamar a Ana Sonia para decirle lo que ella
ya sabía: aquí estoy chaparrita, para lo bueno, lo regular y también lo malo,
para compartir esta buena nueva tan hermosa, y en el mejor estilo de Mariano
Salazar que cree que todo en la vida se arregla con cariño, buenas maneras y
dinero, para decirle también “puse una plata en la tarjeta que administra
Martita para que ni ella ni el bebé tengan sobresaltos en este primer período”.
Pregunté por mi hija y estaba dormida, cansada de cuidar y alimentar a su
cachorrito en la madrugada. Acordamos que yo iba hacer otra llamada, mas tarde,
para poder decirle personalmente lo que tenía en el corazón. La rutina de la
oficina vino a continuación. La jefa de la oficina local de ACNUR en Nampula es
una japonesa y estaba de vacaciones en… Japón, para variar. Yo, a cargo por decisión
de Doña Maria-Loise, africana-francesa o al revés, no lo sé, pero… Jefa de Misión y punto. Aquí lo que hay
es un matriarcado internacional como Uds. pueden apreciar, valga el comentario.
Pues sí, multiplicándome en cien detalles que en otro país se resolverían con
una facilidad sorprendente pero que aquí requieren atención y esfuerzo.
Terminada la jornada de trabajo, yo contando las horas - son siete de
diferencia, menos una de adelanto por decisión de Bolaños: seis - salí
disparado para la central de llamadas internacionales de la empresa de
teléfonos de Mozambique, y finalmente… pude hablar con mi hija querida,
protagonista de este episodio inolvidable en mi vida.
(..)
Como
se dice en ingles yo estaba en una “hurry” por hablar con Martita. Al fin, las
palabras iniciales, las ondas del teléfono llevaban y traían sonidos de la
lengua española, pero sobre todo trasmitían cariño, mucho cariño. El bebé
llorando suavecito, audible al teléfono, porque su mami lo había retirado de la
“teta”. Mas que llorar ronroneaba, suave, reclamando su alimento, el mismo que
por generaciones de generaciones ha permitido que esta especie sobreviva y se multiplique,
para bien o para mal, el futuro lo dirá. Yo escuchándolo, dándole gracias a la
vida por ser un ciudadano del Siglo XXI
y poder vivir, en estas lejanías, este hermoso y grato episodio. Después los
tradicionales intercambios de los “te quiero mucho” y yo lleno de mi abuelez,
con el lenguaje simple y directo de un bebé repicando en mis oídos, tocado en
el fondo del alma por el milagro de la vida, tercera generación contando a
partir de Ana Sonia y pensando “si los hijos te cambian la existencia de una
manera, los nietos te la cambian de otra”. Todos en este episodio recibimos
nuevos títulos de la universidad de la vida. Nelson Joaquín, ahora oficialmente
tío, contándome en el teléfono cuanto amaba a su sobrino. Carlos Alberto, mi
negro querido, también tío, inteligente, sencillo, directo y práctico, como
siempre, hombre de la casa cuando yo no estoy y a veces también cuando estoy,
apoyando con diligencia a su hermana tan querida; Ana Sonia y yo… abuelos a los
cincuenta años. ¿Qué te espera en la vida, mi niño amado? No sabemos. Te falta
tanto por vivir, y este mundo, en este lapso, de aquí hasta tu edad como adulto
joven, va a cambiar tanto, que es difícil hacer alguna predicción. Solo sé, mi
amor, que la cotidianidad te va a rodear, nutrir y proteger. Martita te va a
cubrir con su manto de loba, ella va a ser por siempre tu mejor aliada en la
vida. Su sombra protectora te va a servir de refugio cuando los caminos de la
vida te lleven por senderos tortuosos, rápidos de aguas turbulentas y blancas,
como en el Discovery, o se eleven ante ti altas paredes. A esos brazos vas a
volver cada vez y cuando, hasta que tus alas, cumpliendo los ciclos de la vida,
fuertes ya, te lleven por tus propios derroteros.
(...)
Carlos Alberto estará
al lado de tu madre, suave y práctico, multiuso, amándolos y defendiéndolos.
Sus hijos serán tus primos hermanos, tu chinito y delgado - ojos de gaveta,
como dice Ana Sonia - aquellos… ¿mestizos,
morenos o blancos? ya viviremos también esa experiencia y dilucidaremos
colores; con ellos seguro vas a crecer y tener tu propia “mara”. Muchas
historias vas a poder contar, cuando como yo te sientes un día para hacer el
recuento de tu vida y escribir tus memorias. Por el lado de Carlos vas a llegar
al fútbol, al gusto por el Barcelona. Siguiendo su ejemplo te vas a reunir en
el futuro con tus amigos para ver la versión en tu vida de CNN deportes. Carlos
también va a ser tu consejero en materia de faldas y cosas de “hombres”. Con él
vas a aprender a sobrevivir en la calle, a ser querido por los amigos y a
respetar las relaciones de amistad. No sé si Marianito va a estar en tu vida. Él
lo sabrá, no creo que tenga restricciones de ninguna índole para quererte.
Mariano, mi hijo mayor, que tanto amo, es parte también de esta familia, con su
propio estilo. Bienvenido sea también en su papel de tío, si así él lo desea.
Nelson Joaquín es otra historia. Desde
ya vas a formar parte de la cofradía de adolescente que él ha fundado con sus
amigos más cercanos. Si la mami se descuida, un día de estos te lleva al
Centroamérica para que todo el Colegio conozca de su condición de tío y te aprecien a ti, bello
ante sus ojos. ¿Será que la mami lo va a permitir? Arjona va a ser por influencia de Nelson una
presencia importante en tu vida. De pequeño vas a escuchar sus canciones una y
otra vez. Una pequeña T-shirt, tamaño mini, con Arjona como emblema debe estar ya preparada para ti. Después,
escogerás tu propia música y repetirás la historia con tus sobrinos. Pesas de
juguete te están esperando. Nelson va a ser tu instructor de físico culturismo.
El gusto por las pesas es herencia de tu bisabuelo salvadoreño Adalberto II,
como en las novelas de Gabriel García Márquez, abuelo y bisabuelo
experimentado, excelso guitarrista y cantante por más señas. Yo traté de
promover con Nelson los aeróbicos y la natación, pero perdí la batalla. Tal vez
tú te interesas. Tengo una ventaja, a tu mami le gusta la natación… Los
perritos, Chaca y Pinto, amores de tu mamá - cuantas disputas tuvimos por ellos
hasta que aprendí también a quererlos en su condición - son tus hermanos apócrifos;
aunque pertenecen a otra especie, tu madre
practicó con ellos su naturaleza maternal, la misma que hoy comienza a
ejercitar, con gran intensidad, contigo. Ellos te acompañarán con su algarabía
de ladridos; en algún momento ella va a permitir que te huelan y laman, y tal
vez, en el futuro, serán también tus compañeros de juegos y objetos de cariño
como lo son hoy para todos nosotros.
Nieto, todavía no
tienes nombre pero tienes linaje. Como los profetas de la Biblia podrás decir,
recitando tu linaje materno: soy hijo, con mucho orgullo, de Marta Beatriz y
Carlos Mario, nieto de Ana Sonia, Mariano Gerardo y Antonio, bisnieto de Marta
y Adalberto II, tataranieto de Adalberto I, sobrino de Carlos Alberto, Nelson
Joaquín y Virgilio Mariano, todavía no tienes primos hermanos pero en estas lides serás el mayor – ya
vendrán, el próximo año tal vez –
sobrino segundo de Orlando, Julio, Freddy y Adalberto III, y de Carolina,
Susana y Mila. Primo segundo de una larga jauría de hijos e hijas de tus tíos y
tías segundos, que próximamente te van a conocer, chinear y querer. Hijo de una
de las mujeres jóvenes más queridas y respetadas de la familia salvadoreña, de
sus compañeros de promoción y de su grupo de amigos. Tu madre es tu mejor carta
de presentación.
Nieto, gracias por
haber llegado a mi vida. Martita, hoy mujer y madre, como te lo he dicho otras
veces, gracias por estar en mi vida y darme la felicidad de ver con mis propios
ojos la tercera generación de esta familia que tanto queremos y por la que
tanto hemos luchado, cada uno a su manera. Como siempre, orgulloso de ti y
gozoso por tus logros. Desde aquí, tan largo y tan cerca a la vez, solo puedo
decirte lo que tú ya sabes... cuanto te amo. Cuenta conmigo. Otros hijos
vendrán, tal vez, otros episodios importantes en tu vida te esperan en el
futuro, yo estaré ahí, si es posible físicamente, sino de la manera que pueda,
buscando Internet, teléfono, fax, tambores, fogatas o gritando al otro lado del
océano, para que tu y mi familia me escuchen. Hago votos para que como tú en mi
corazón, yo esté en el tuyo hasta el final de nuestros tiempos...
(Nampula, Mozambique,
2005) - El Nieto, Sin secretos, Mariano Salazar C, 2002"
Con
el carino de siempre, el mismo que cruza el Atlantico otra vez en esta
fecha historica para nuestra Patria, la tan AMADA, y para nuestra
familia,TAN HERMOSA!, construida en el fragor de la vida, sin mas
alternativa que ir para adelante. Solos en la Patria AMADA que TODO nos lo ha dado.
Aqui estamos, mas unidos que nunca,
para gritarle a los obstaculos, a las resistencias, a las maldades, a
las dificultades, a las anclas del camino, a las malas vibras, a los que apostaron por nuestro fracaso, en voz alta y firme, haciendo un paralelismo con los que murieron creyendo firmemente en el sueno de la
Revolucion; vos, lado obscuro de la vida...AQUI ESTAMOS los SALAZAR-TORRES-RECINOS-MONTES-FLORES: QUE SE RINDA TU MADRE!!!!!!!!!
Felcidades mi chinito Bello!
Gracias Padre todopoderoso, por esta vida con mis hijos (a) y sus madres, nieta (os). No pudiste haberme dado un regalo MAS ESPLENDIDO!
No hay comentarios:
Publicar un comentario